El presidente de la Nación,
Javier Milei, anunció el
fin de la neutralidad argentina en conflictos internacionales, y que el país irá en busca de la “vanguardia en la lucha por la libertad”, en su discurso pronunciado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
Milei fue tajante en su defensa de los intereses del liberalismo internacional y de su postura contra las Naciones Unidas, a las que acusó de votar “sistemáticamente en contra del Estado de Israel que es el único país de medio oriente que defiende la democracia liberal”.
En ese aspecto, también mencionó la
causa Malvinas: “la ONU tampoco ha cumplido su misión de defender la soberanía territorial de sus integrantes, como sabemos los argentinos en relación con las Islas Malvinas”.
“Quiero hacer una advertencia:
estamos ante un fin de ciclo, el colectivismo y el postureo moral de la agenda woke (progresista) han chocado ante la realidad y no tienen soluciones creíbles para ofrecer”, dijo Milei.
El presidente argentino sentó la postura de su gobierno frente a los parámetros de Desarrollo Sostenible impulsados por las Naciones Unidas, una serie de lineamientos que van hacia la búsqueda común de bienestar ecológico, respeto por las libertades individuales y lucha contra el hambre y la pobreza en el mundo.
Nuevamente en su rol mesiánico, Milei sostuvo que su objetivo en la 79° Asamblea General de la ONU es “decirle al mundo lo que va a ocurrir” en caso que esta institución continúe “promoviendo las políticas colectivistas de la Agenda 2030”.
La neutralidad Argentina, la que el gobierno quiere abandonar para posicionarse de lleno a favor de los intereses de Estados Unidos e Israel, es una postura que se ha tomado a lo largo de los años debido, principalmente, a las lejanías territoriales con los conflictos internacionales.