El debate presidencial de este último domingo puso cara a cara a
Sergio Massa y Javier Milei, los dos candidatos a presidente para los comicios del próximo
19 de noviembre. Ambos dieron más “show” y elevaron el tono de voz, aunque no tanto el de propuestas.
Es que ambos exponen dos modelos de país completamente diferentes, y las estrategias discursivas de ambos giraron en torno a las contradicciones de ambos ideales.
El primer eje, Economía, rondó en torno a las respuestas de la propuestas del libertario ante los embates discursivos del actual ministro de Economía de la Nación.
Massa intentó exponer las contradicciones en la dolarización y de Eliminación del Banco Central de Milei, aseverando que estas son políticas de países como “Zimbabwe y Micronesia”. Éste, por su parte, reafirmo dicha propuesta y señaló que conoce los métodos de cómo
“extirpar el cáncer de la inflación“, sin dejar del todo claro proposiciones concretas en ese aspecto.
En este punto, Massa planteó una línea de políticas productivas en pos de fortalecer exportaciones y el ya mencionado régimen de simplificación tributaria, algo que reafirmó en el eje Producción y Trabajo, donde también se habló de la brecha de género, algo que curiosamente Milei continúa negando. Su contrincante sí ahondó en el mismo análisis que el actual ministro, referido a la presión fiscal y las complicaciones para generar empleo.
En el eje vinculado a las relaciones internacionales,
Milei mostró un desconocimiento importante con respecto al funcionamiento del sistema de vínculos con los destinos para las exportaciones nacionales. Su propuesta, en ese aspecto, es que
“cada privado negocie con quien quiera”, sin que el Estado “se meta”.
Allí fue donde
Massa le recriminó insistentemente al libertario su posición con respecto a la Iglesia Católica y el Papa, a quien prometió traer enb
2024 a la Argentina, como también con Brasil y China, principales socios comerciales del país y con quien Milei señaló no querer comerciar por considerarlos países “comunistas”.
Tampoco Milei fue muy preciso con sus analogías: comparó el "daño" realizado por la ex primera ministra británica Margaret Thatcher en la guerra de Malvinas con los goles de Kylian Mbappé a la Selección en el Mundial 2022. Y también dijo que Johan Cruyff era aleman y que "hizo cuatro goles" en un partido entre Argentina y Alemania que nunca existió.
Más adelante hubo más acusaciones personales, donde Massa le achacó a Milei sobre su
“pasantía en el Banco Central”, y en donde Milei le recriminó a la esposa de su contrincante electoral, Malena Galmarini, por no haber sido electa en la Municipalidad de Tigre pese al trabajo realizado por quien fue intendente de esa localidad en materia de seguridad.
En ese punto,
Milei realizó una curiosa definición asegurando que en Santa Fe no hay policías “presos o asesinados” en la lucha contra el narcotráfico. Massa, por su parte, no preguntó con respecto a ese punto, pero señaló que más allá de las jurisdicciones trabajará para una mayor presencia del Estado en seguridad, algo que en su campaña aclaró sobretodo en el vínculo con esta provincia.
Otro de los puntos donde el actual ministro fue tajante con su adversario político fue en su vínculo con las AFJP, donde Milei trabajó años anteriores y cuyo modelo de jubilaciones privadas existe dentro de su plataforma electoral.
También se retrucaron en el aspecto de la educación, con
la propuesta de vouchers principalmente para la educación superior, argumentando Massa que de ese modo, mensualmente la universidad costaría 270.000 pesos (cálculo realizado públicamente por la Universidad Nacional de San Juan) mientras que Milei le retrucó con que el cálculo del boleto de transporte sin subsidio no era de 700 y 1100 pesos.
Milei realizó varias definiciones sobre los beneficios “a los empresarios amigos de Massa”, algo que el ministro negó, mientras que este último, si bien mencionó su vínculo y las contradicciones del libertario con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, recordó que
“esto es entre vos y yo”.