En tiempos donde la política parece gritar más de lo que dice, donde las campañas se miden por sus jingles, gigantografías y peleas en redes sociales,
Mariano Cominelli demostró que todavía es posible ganar con gestión y con perfil bajo. Este domingo 13 de abril, en las PASO de
Fray Luis Beltrán,
el actual intendente obtuvo cerca del 80% de los votos y se encamina a una nueva reelección que ya no sorprende.
Lo notable de su victoria no es sólo el porcentaje, que lo deja muy por encima de cualquier adversario y lo ubica como uno de los dirigentes más respaldados de toda la provinciua, sino el contexto: una campaña austera, sin grandes despliegues ni estridencias, centrada en recorridas barriales, conversaciones cara a cara y una apuesta por la gestión concreta más que la promesa fácil.
Cominelli eligió el camino del trabajo silencioso, y los beltranenses lo avalaron con una fuerza arrolladora, tal como ocurrió en 2021 cuando obtuvo su primera reelección con el 80% de los votos. En un clima de desconfianza generalizada hacia la política, donde la bronca y el descreimiento se expresan en la apatía electoral y con baja participación, e
l intendente logró una adhesión transversal que no sólo lo consolida en lo local, sino que también interpela (y molesta) a otros dirigentes. Esa adhesión también se replicó en la lista de concejales,
con Martín Pallares a la cabeza.
La clave del resultado parece estar en la gestión y en la cercanía. En los últimos años, Beltrán mostró algunos avances tangibles: pavimento, iluminación, espacios públicos recuperados. Parecen cosas sencillas, pero para un municipio mal administrado durante años y con pocos recursos, resultan cuestiones de gran impacto. Y los vecinos así lo entienden
.
Cominelli no ganó una nueva elección. Ganó un respaldo político que lo posiciona como un modelo de gestión local en la región, muchas veces en soledad y sin gran apoyo del Estado provincial o nacional. En un momento en que la sobriedad es casi una rareza en la política, el intendente de Fray Luis Beltrán encontró en la cercanía y la coherencia una fórmula ganadora.
Habrá que ver qué sucede en la general. Pero si algo quedó claro este domingo, es que a veces, en medio del ruido, el silencio también gana elecciones.