La relación entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel tuvo en estos días su conflicto más grande, al menos hecho público, desde los primeros tres meses de gobierno.

Ante la decisión de la vicepresidenta de tratar el DNU 70/23 en la Cámara de Senadores del Congreso de la Nación, desde el entorno del presidente señalaron su enojo porque aseguran que no se trató de algo acordado.

El principal inconveniente es que, de antemano, el gobierno no tiene los votos propios de los senadores y senadoras, ni mucho menos acuerdo alguno con el resto de los frentes, por lo que el DNU podría caer definitivamente, y constituir así un nuevo fracaso político para el presidente Javier Milei.

A través de un comunicado oficial publicado por la cuenta de la Oficina del Presidente, el presidente manifestó “preocupación por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta, a fin de entorpecer las negociaciones y el diálogo entre los distintos sectores de la dirigencia política”.

Sin mencionar a la vicepresidenta, el comunicado señala que “el tratamiento apresurado del DNU 70/23 como la iniciativa de promover una fórmula jubilatoria sin consenso violentan el espíritu de acuerdo promovido por el presidente”.

Inclusive, con su cuenta de Twitter, el presidente Javier Milei estuvo atento a mensajes de odio que publicaron otros usuarios contra su compañera de fórmula, una práctica sumamente habitual en el mandatario que ya le ha valido críticas a su investidura presidencial.