No se encontraron resultados.Tras días de silencio oficial, después de la tragedia de Once, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció en el marco de los festejos de por el Bicentenario de la Bandera. Malvinas y el siniestro que dejó 51 muertos fueron los temas principales de su discurso.

Frente al río, mirando el Monumento a la Bandera, una gran comitiva que encabezó la Presidenta -junto a varios de sus ministros además de autoridades provinciales y municipales- se dispuso a disfrutar de los eventos del acto oficial por el Bicentenario de la Bandera entre los cuales, Juan Carlos Balgietto y Lito Vitale entonaron el himno nacional.

Momentos más tarde, a la hora de los discursos y después del de Bonfatti, la mandataria habló por primera vez desde la tragedia ferroviaria de Once. Primero, recordó a Manuel Belgrano y se refirió a la ciudad a la ciudad Cuna de la Bandera. "Rosario debe estar orgullosa, aquí se montó un símbolo que marca la decisión de dejar de ser colonia". Rápidamente, al hablar de colonialismo se refirió al conflicto que se mantiene desde hace semanas con Inglaterra por el tema Malvinas donde reclamó su soberanía “no solamente es la integridad territorial, no solamente es la historia, sino también la defensa de nuestros recursos naturales, a la que tenemos derechos como ciudadanos".

Con la voz entrecortada y algunas lágrimas, la Presidenta se refirió a la tragedia ferroviaria de Once tras el silencio oficial. "Tenemos que volver a tener un sistema de ferrocarriles en la República Argentina”, dijo Cristina para abrir el argumento al siniestro. “Eesta tragedia que enlutó hace días al país tiene nombres y apellidos, como todos los que se van” se explayó.

Además, afirmó que los argentinos “necesitamos saber qué pasó y quién es el responsable”. Acto seguido, fustigó a quienes intentan usar el siniestro con fines políticos y destacó que nunca fue demagoga. “No esperen de mí jamás, ante el dolor de la muerte, la especulación de la foto y el discurso fácil” refiriéndose, claramente, a su ausencia y el mutismo del gobierno.

Durante el tramo final de su discurso, que duró más de media hora, también hizo alusión a los logros que el gobierno ha venido consiguiendo desde que su esposo tomó el poder.