Con un tercio de votos en disputa de cara al próximo balotaje electoral entre Sergio Massa y Javier Milei, ambos ya juegan desde temprano en la campaña venidera, inclusive desde su discurso de cierre en sus respectivos bunkers.

Las joyas a disputar son los 6 millones de votos que deja Patricia Bullrich, la tercera y “eliminada” del balotaje, quien en su discurso de cierre dijo contundentemente que “no va a vender nuestros valores”, en referencia a la voluntad del hoy espacio de Juntos por el Cambio, cuya continuidad como frente electoral es hoy ciertamente una incógnita.

“Nuestros valores no están a la deriva, no se venden ni se compran, no los vamos a negociar, vamos al cambio siempre que la Argentina necesita, por más que hoy no hayamos ganado las elecciones. Vamos a estar junto a cada argentino en los tiempos difíciles que vienen”, sostuvo Bullrich junto a su candidato a vice Luis Petri y también Mauricio Macri, quien acompañó a su ex ministra de Seguridad, al fin y al cabo, en el discurso de la derrota.

Claro que es Javier Milei el principal interesado en lograr aunar voluntades para poder por un lado recuperar votos perdidos, como también y lógicamente para elevar su perfomance electoral en la próxima instancia.

En su discurso, fue mucho más “político”, nada agresivo, y muchísimo más abierto, casi como nunca se lo había escuchado.

“Durante todos estos meses, la campaña hizo que muchos de los que queremos un cambio nos viéramos enfrentados. Por eso hoy yo vengo a dar por terminado ese proceso de agresiones y de ataques. Estoy dispuesto a barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo”, dijo un Milei que poco a poco borra al significante “casta política” ante la chance aún latente de ganar en segunda vuelta.

Massa, por su parte, se subió solo al escenario en el bunker de Unión por la Patria y convocó a los votantes de Schiaretti y Bregman, a radicales y a quienes votaron en blanco a sumar voluntades en un futuro “gobierno de unidad nacional construido sobre la base de convocar a los mejores sin importar su pertenencia política y no sobre acuerdos partidocráticos”.

“La grieta se murió y empieza una nueva etapa”, agregó el tigrense y sumó que “este no es un país de mierda como nos quieren hacer creer algunos”.