Una joven de San Lorenzo denunció en Twitter que el pasado sábado 25 de septiembre fue abusada por cuatro desconocidos en un bar de la localidad de Capitán Bermúdez. Según contó, uno la agarró por delante y otro por la espalda, y comenzaron a “frotarla”, mientras que otros dos la manoseaban.

“Con un grupo de amigos salimos a un bar en Capitán Bermúdez. Éramos 5, entre ellos mi novio, y una de mis amigas. Allá nos encontramos con 4 amigos más que ya habían ingresado y nos quedamos cerca del lugar que habían ocupado. Al lado nuestro había un grupo de 4 hombres que en el momento no conocía pero ahora no me puedo olvidar sus caras”, comenzó su relato la mujer.

Luego, explicó que uno de los cuatro varones que ella no conocía, identificado como R. L. “comenzó a ponerse denso y querer sacarme a bailar o hasta insinuó besarme”, dijo al tiempo que agregó que lo esquivó y le dijo que su novio estaba ahí. “Nos pidió un beso como ‘prueba’. Así sucedió y se calmó”, contó.

“En un momento quedamos solos con mi amiga y un amigo más, ya que los demás se fueron”, continuó el relato. “En ese momento R. me saca a bailar, yo se la sigo, porque usualmente es lo que hago con todo el mundo, aunque no lo conozca, pero cuando quiero volver con mis amigos me agarra y se pone detrás mío agarrandome muy fuerte”, siguió. “Por delante, veo que M.R. se me acerca y entre los dos me aplastaron y empezaron a frotarme sin que yo pudiera irme”, sentenció.

“Mi primer reflejo fue reírme, mientras intentaba apartarme, pero no podía, me tenían de la cintura y el cuello para que no me vaya. Yo soy una mina fuerte, tengo fuerza muscular, y aun así no podía sacarlos de encima, no me podía mover, mientras ellos me apoyaban y franeleaban todo el cuerpo”, manifestó.

Luego, agregó que a los costados estaban otros dos amigos de los masculinos, A.C. y G.C., y uno de ellos “me empezó a tocar el culo, apretandolo y sacuendiendolo, como si mi situación se los permitiera”. Posteriormente, “mi amiga ve mi desesperación y entre las dos pude salir”, explicó.

“Fueron 30 segundos, capaz que más o capaz que menos. No se. Cuando me libero me estaba riendo, porque no sabía que había pasado, los miré a los 4 y le dije que eran unos enfermos, que estaban re locos y ahí fue cuando caí. Me habían abusado, yo no había prestado consentimiento para que me apoyen, me toquen, me agarren y me traten así”, expresó la joven.

Luego, contó que se fue llorando al baño mientras que uno de sus amigos avisó de la situación al personal de seguridad que se encargaron de ayudarla. “Quiero felicitarlos porque me sentí muy cómoda y no tuve que dar muchas explicaciones para que los 4 fueran echados del bar. Una chica de seguridad, Jimena, me trató súper bien y comprensible. No me soltó en todo el recorrido del baño hasta la pista para que les marcara quien había sido”, relató.

Por último, dijo que si bien no conocía a quienes la abusaron, los buscó y serían de Rosario. “Se manejan por zonas de Baigorria y alrededores. Tengan cuidado, porque si hicieron esto en el medio de un bar con mucha gente mirando no sé qué puede pasar en un momento de intimidad”. Además, resaltó que “no es casualidad que esto haya sucedido cuando la mayoría de mis amigos varones no estaban ahí”.