El pánico en Rosario crece cada vez más, los ataques a balazos son moneda corriente, no cesan y el registro de fallecidos se incrementa semana a semana. La semana inició con un doloroso hecho en el que una abuela murió protegiendo a sus nietas de un tiroteo.

Se trata de Graciela Paulina Carrizo de 58 años, quien se encontraba en barrio Molino Blanco de zona sur merendando con su familia cuando fue asesinada por error mientras balearon a otra persona.

Carrizo se tiró encima de una de sus nietas para cubrirla y fue herida en el cráneo y en el cuello. Horas más tarde se confirmó que los disparos eran para Schneider, quien fue acribillado de quince tiros mientras se desplazaba en bicicleta.

Por otro lado, un hombre de 47 años fue atacado a balazos en Larrea y Esquiú y falleció al ingresar al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. A este se le sumó otro crimen en el que mataron a una mujer de 27 años en inmediaciones de las calles French y San Gerónimo de barrio Industrial, también fue trasladada al HECA y falleció allí.

No obstante, al día siguiente y en Arroyito, delincuentes armados asaltaron un kiosco de avenida Génova al 1600, y en la huida dispararon contra otros comercios en los que resultaron heridas dos personas: una mujer mayor que estaba en una carnicería tras recibir un tiro en el abdomen y un kiosquero que fue baleado en el brazo.

Por último, la noche del lunes se sumaron cuatro heridos más. El primer hecho se produjo en el pasaje 525 al 600, en el domicilio de las personas heridas. Se trata de Paula de 43 años y Tamara de 23. La más joven está embarazada y las balas la lastimaron en la panza y en el pecho y en un glúteo.

Horas más tarde, ocurrió lo mismo en Esquiu al 5900 cuando dos jóvenes de 19 y 14 años resultaron heridos de bala. El mayor se encontraba atendiendo el negocio de su abuela y dos hombres en moto pasaron a los tiros contra el domicilio, hiriendolo a él y al cliente menor de edad.

De esta manera, el número de homicidios en el Departamento de Rosario asciende a 201 en ocho meses, superando el 2013 que se consideró el año más violento en la estadística oficial. Aquel año, se alcanzó el récord anual con 271 homicidios, entre ellos el de Claudio "Pájaro" Cantero, líder de Los Monos.