El miércoles, un nieto descubrió el cuerpo de María Isabel Pereyra, de 71 años, en el pozo ciego de la humilde casa que alquilaba en la zona sudoeste de Rosario. La vivienda, ubicada en Vicente Medina al 4.700, presentaba signos de haber sido revuelta, y se constató la falta de varios objetos, incluyendo un televisor, el celular de la víctima, un ventilador y garrafas.
La hija de la víctima relató que el nieto, al no obtener respuesta a sus llamados, acudió al lugar y se encontró con la escena. El cuerpo de la mujer fue hallado boca abajo en el pozo ciego del fondo del terreno, y todavía no se determinó la mecánica exacta de su muerte.
"Ella lo había criado a ese nieto, que era el que más la contactaba. Nosotros la habíamos visto el 25 (por Navidad) y estaba todo bien. Pero el martes el nieto la empezó a llamar varias veces y como no lo atendió el miércoles vino a ver qué pasaba", explicó la hija.
Según el parte policial, la mujer no presentaba heridas de arma a simple vista, y se investiga si la causa de la muerte fue algún golpe o asfixia. Asimismo, la policía busca a dos personas que viven en la parte delantera del predio en el que la víctima alquilaba la casa, sospechando de su posible participación en el crimen.
La víctima, madre de seis hijos, había sido propietaria en el pasado pero tuvo que vender su casa debido a problemas familiares. Actualmente vivía sola con la compañía de un perro pequeño. La investigación está a cargo del fiscal de Homicidios en turno, Patricio Saldutti.