En horas de la noche del miércoles, cerca de las 21:30 horas, una pareja oriunda de Rosario que se encontraba recorriendo el nuevo paseo costanero de San Lorenzo, debajo de la barranca entre calles San Luis y Bv. Urquiza, cuando, por motivos que son materia de investigación, cayeron al río con su vehículo. La mujer pudo salir por sus propios medios y llegar a la costa, mientras que el hombre llamado Sergio C. continúa desaparecido tras el hallazgo del automóvil en cuestión minutos después de las 9 de la mañana de este jueves.

La Comisaria Natalia Irusta, Jefa del cuerpo de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional XVII, brindó detalles sobre lo sucedido y las tareas que realizan en el lugar: “Lo que tenemos conocimiento es que son oriundos de Rosario, estaban paseando en el auto, viendo el paisaje del nuevo paseo ribereño de San Lorenzo y perdió el control del vehículo estacionado y cayó al río. No se sabe si se olvidó el freno de mano (o qué pasó porque) no tenemos bien la mecánica”.

“En primera instancia, la mujer logró salir por sus propios medios, pero ella no recuerda si la otra víctima pudo salir por sus propios medios. Ella sintió un fuerte remolino y dice que sentía como que el río la chupaba para abajo. Después vino la ambulancia, la atendió y la trasladaron al (Hospital) Granadero Caballo”, agregó

Sobre el operativo, explicó que “después de las primeras horas que son cruciales, ya no estamos buscando una persona, sino que estamos buscando una víctima. Se comenzó la búsqueda a las 6 de la mañana, se armó lo que se llama comando de incidente, con Prefectura Naval de San Lorenzo, bomberos voluntarios de la zona y zapadores”.

“Se armó en primera instancia lo que es la búsqueda en las orillas y de ahí empezaremos a meternos. Estuvo de guardia toda la noche un un móvil de Zapadores y móviles de Prefectura por agua y buzos”, mencionó Irusta. En el operativo trabajan con relevos Bomberos Zapadores, Voluntarios y la Prefectura, indicó además.

Por último, señaló que la zona donde se produjo el incidente es una “zona de picada, que tiene mucha profundidad” por lo que deberán continuar buscando para dar con la víctima.