El padre Gustavo Sánchez de la Parroquia San José Obrero, ubicada en barrio Villa El Prado de Capitán Bermúdez recibió un puntazo en el pecho en un intento de robo. El hecho se registró el pasado sábado cerca de las 6:15 de la madrugada, cuando el párroco se encontraba yendo a hacer deporte.

“El sábado las 6:15 de la mañana salía a correr y cuando había hecho 100 metros de la salida de mi casa, me aborda un muchacho de 17 años calculo, 1.75 metros más bien robusto y sin mediar palabra me da un puntazo a la altura del corazón que yo en ese momento no me di cuenta que era un puntazo y en el mismo momento me hace perder el equilibrio y caigo al suelo”, relató Sánchez.


Y continuó: “como pierdo el equilibrio caigo un poco hacia atrás y me saco el hombro de lugar. Cuando trato de levantarme él me pega en la cabeza con lo que tenía en la mano que calculo que sería un (cuchillo) tramontina y con eso también me lastimó la cara, ciertas laceraciones menores. Ahí recién me dice ‘dame el celular’ que no tenía, porque cuando salgo a correr prefiero escuchar los pajaritos antes que música”.

“Como no tenía nada no reaccionaba. Después intento volver a levantarme, como me cuesta porque el hombro no me funcionaba, me vuelve a golpear la cabeza y me vuelve a decir ‘dame el celular’. Finalmente, se ve que toma conciencia de que no tenía nada y se retira”, añadió.

Según contó, tras ello se pudo levantar, intentó correr y a unos metros debió “abandonar la carrera” porque se quedaba sin aire. Seguidamente, pudo reacomodarse el hombro y llamar a dos móviles de la policía que pasaban por el lugar. “Estaba con mucha sangre en la camiseta y todavía no tenía prácticamente dolores, recién el hombro me empezaba a doler y ahí tomaba conciencia que me habían dado un puntazo”.

Seguidamente, los policías lo trasladaron hacia el Hospital local donde le dieron un punto en la herida para luego ser derivado hacia el Sanatorio Parque de Rosario. “Ahí se determinó que la puntada pasó casi rozando el corazón y haciendo el límite en la pleura, por lo que, por prudencia porque se había formado un poquito de aire y de líquido, me internaron me tuvieron en observación con analgésicos, controles continuos pero sin ninguna intervención y me dieron el alta ayer a media mañana”, explicó el sacerdote.