Morena Dominguez, una nena de 11 años, falleció como consecuencia de un "fuerte golpe abdominal" que le causó una hemorragia interna, luego de ser víctima de un robo en Lanús, provincia de Buenos Aires. Según confirmó la fiscal, hay dos detenidos pero la investigación continúa.
Estamos hablando del asesinato de una niña que conmueve a todo el país, una nena que no podrá jugar, ir a la escuela, crecer. Porque hay millones de hijos, hermanos, sobrinos y nietos que se levantan para ir a estudiar a las 7.30 de la mañana. Nadie espera que no vuelvan con vida a sus hogares, sin embargo, eso es lo que acecha a los argentinos todos los días.
Dirigentes políticos suspenden actos de campaña que, en este contexto, serían insensibles y hasta incluso imbancables. Una vez más, los impresentables de siempre con “gestos” vacíos, aprovechando un hecho trágico para sumar algún apoyo. Ni uno de todos ellos, de diferentes banderías, fueron capaces de mover o disminuir la violencia.
Creo firmemente que somos una sociedad rota y culpo 100% a los gobiernos que fueron pasando y que tienen una deuda de más de 40 años desde el regreso a la democracia. Estamos a tres días del inició del recorrido de la décima elección presidencial desde 1983, uno creería que diez elecciones son suficientes para revertir la situación. Pero este crimen denota un fracaso gigante.
¿Qué más tiene que pasar para que hagan algo? ¿Qué señal más contundente y poderosa necesitan? ¿No alcanza con el crimen de una nena de 11 años?
Es momento de que detengan las peleas partidarias y que se enfoquen en debatir cómo encarar seriamente los problemas sociales, la inseguridad es uno de ellos. Es momento de que dejen de pasarse la pelota de unos a otros.