El presidente Javier Milei reconoció este viernes por la noche que su destino fue marcado por “las fuerzas del cielo” para cambiar la matriz económica de Argentina. En sus palabras dijo “lo único que tenemos es sed de cambio. Nosotros no tomamos decisiones pensando en nuestra carrera política”.
“Nosotros vinimos a enarbolar las banderas de la libertad, con plena conciencia de que íbamos a tener que pagar los costos de la fiesta obscena que muchos de ustedes realizaron”, clarificó a la vez que reconoció que su causa es “sagrada” y espiritual. Y luego de un discurso cargado de proyecciones económicas, críticas a la gestión saliente y un sinnúmero de descalificaciones a las organizaciones gremiales, aún
nos preguntamos si el mercado, del cuál tanto espera para la recuperación de la macroeconomía, responderá a su llamado.
Javier Milei demostró, a 82 días de gobierno, que no tiene un programa de desarrollo productivo para el crecimiento de la Argentina, dejando a la suerte y condiciones del capitalismo un rebote económico que solo él “la ve”. Los trabajadores vemos precarización, actividades que comienzan a ajustar costos con fuentes de trabajo, recesión y el mayor empobrecimiento de los últimos cuarenta años de democracia y que sólo ha afectado a los sectores más vulnerables, a los sectores productivos genuinos y por consiguiente a toda la actividad económica NO especulativa.
Mientras tanto, dentro de este doloroso proceso para el argentino de bien, el especulador aprovecha la instancia de desorden, los estamentos sin conducción y/o directivas para ensamblar los resortes a una libertad de obligaciones que reduzca costos y suba las ganancias, sin importar los efectos colaterales en las economías regionales o el futuro de cada actividad. Es el cambio liberal que vino a hacer Javier Milei quien
ahora propone, a modo de extorsión, el Pacto de Mayo...solo si primero le votan la destrucción del país o sea, La ley Omnibus y el decreto 70/2023 .
Si el presidente quiere hablar del futuro o de “gobernar para los argentinos que no nacieron” le pregunto: ¿cree usted que de esta forma quedarán actividades en pié para los argentinos que aún no nacieron?. Está claro que no; que solo quedarán en pié los fuertes.
Prometer ser una “potencia marítima” sin conocer la crisis del sector marítimo, pesquero y fluvial es demagogia. Poco más de 20 días atrás se intentó eliminar al sector pesquero con la apertura de la Zona Económica Exclusiva, hoy tenemos luchas permanentes para cuidar la soberanía de nuestras aguas y la reserva de nuestros trabajos de cabotaje.
Sabemos que todos debemos hacer un gran esfuerzo para poner en marcha a nuestra Argentina, pero el mismo tiene que realizarse bajo un marco de justicia social con responsabilidades comunes pero diferenciadas y no son los sectores más vulnerables, o los trabajadores, o los sectores genuinamente productivos los que tienen que cargar con el mayor esfuerzo.
La matriz de este gobierno pretende atropellar todas las normas que sostienen una sociedad democrática y tiene un preocupante objetivo: la disolución del Sistema Republicano y Federal plasmado en nuestra Carta Magna, la Constitución Nacional de La República Argentina, la única que garantiza la verdadera Libertad del Pueblo Argentino.
Es el momento de asumir un compromiso de parte de todas las fuerzas sociales que creemos en el sistema democrático, de levantar la voz y ponerle un límite a este gobierno.
La democracia admite las diferencias, llama al consenso, a la discusión y al diálogo. Las fuerzas democráticas deben unirse bajo la consigna de
"La Democracia no se negocia, la Patria no se vende".