A horas del comienzo de las sesiones en el Congreso de la Nación, el mundo del trabajo se encuentra alerta, expectante y preocupado. Los legisladores nacionales deberán tratar seriamente con su conciencia, qué decisiones tomarán a la hora de definir su postura respecto al tratamiento de la Ley Bases propuesta por el poder ejecutivo y la vigencia del Decreto 70/2023.
Por un lado el capítulo de reformas fiscales que pretende revivir el nefasto Impuesto a las Ganancias; tan nefasto como quienes lo propician; y por otro lado la Reforma Laboral que, como bandera de los trágicos experimentos neoliberales puestos en práctica en la Argentina desde hace décadas, este gobierno no se aparta de esa lógica empobrecedora y lo trae nuevamente al debate, aun cuando el jefe de Estado se ha cansado de decir que “no se pueden esperar resultados diferentes haciendo lo mismo desde hace cien años”, ¿Pregunto, dónde estará lo distinto de su propuesta?
Una vez más, los trabajadores y trabajadoras observamos cómo se pretende pauperizar este sector de la sociedad y como se timbean, entre el poder ejecutivo nacional, gobernadores y legisladores los derechos laborales, los salarios y las fuentes de trabajo con excusas que faltan a la verdad, porque lo que realmente buscan es esquilmar, empobrecer al pueblo trabajador y hacer desaparecer sus organizaciones gremiales.
Para el modelo pretendido los trabajadores deben ser, primero vulnerables, luego pobres y terminar explotados .
En estos días veremos quienes son los que honrarán su investidura rechazando estas reformas devastadoras y quienes traicionarán a la Patria, sus obligaciones y el compromiso asumido con sus votantes, porque
ningún ciudadano o ciudadana ha votado para que sus representantes aprueben leyes que van en contra de sus derechos y su dignidad . Una vez más, diputados y senadores tendrán en sus manos la decisión y recaerá en ellos la responsabilidad de sus acciones, millones los estaremos observando.
Esta fórmula es bien conocida por los trabajadores, la conocemos por haberla padecido y porque han sido trágicas sus consecuencias y no deseamos recorrer ese camino nuevamente, por eso es necesario estar alertas y movilizados.
La proximidad de una fecha como el 1° de Mayo; día que conmemora la lucha de los trabajadores por una jornada de trabajo de ocho horas, que dejó cientos de víctimas por la represión y que además motivó un juicio que condenó a ocho trabajadores inocentes reconocidos mundialmente como Los Mártires de Chicago; toma especial dimensión en estas horas donde un gobierno impulsa un ataque feroz sobre los trabajadores y trabajadoras, donde se da categoría de héroes a aquellos que han fugado capitales y el señor feudal castiga con más impuestos a los que laburan y donde quienes proponen este avasallamiento a las libertades y derechos en nombre de la libertad no tienen incorporado en su vocabulario y mucho menos en su plan de gobierno un solo atisbo de desarrollo productivo, es imperiosamente necesaria la fuerza de los trabajadores y trabajadores unidos y organizados para poner freno a estos ataques.