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El viernes por la noche un evento sin precedentes tuvo lugar en Capitán Bermúdez. Más de mil personas se congregaron en el Club Defensores de Villa Cassini para disfrutar de un Festival de Boxeo que contó con la televisación del canal deportivo Tyc Sports para todo el país y, que desde la organización, fue realmente todo un éxito.

Más allá de eso, están quienes aseguran que algunas peleas fueron un tanto aburridas. Quizás porque no hubo ningún knockout. El único que estuvo cerca de caer antes de tiempo fue el intendente Mario Montizanti, quien recibió el abucheo generalizado del público presente cuando subió al cuadrilátero a entregar unas placas recordatorias a los púgiles de la pelea de fondo. Algunos podrán decir que fue algo preparado, arreglado, pero pareció demasiado espontáneo.

Uno de los comentaristas de la televisión, probablemente tan espontáneo como el público, atinó a decir en el medio de la silbatina: “A este señor no lo quiere nadie, parece”. En el medio, el grito de algún vecino con un “arregla las calles” se colaba por las cámaras del canal porteño. Lamentablemente, la imagen que quedó para un país fue esa y no la del espectáculo deportivo que, reitero, fue un lujo.

Así llega el oficialismo al 14º round, contra las cuerdas. Los golpes recibidos en los últimos años y el cansancio después de tanto tiempo de combate hacen que el debilitamiento se note. Del otro lado, la oposición sale de los rincones con aire renovado, aunque con mismos protagonistas, y ensaya los mejores cross de derecha.

Nadie atinó el viernes desde el rincón oficial a tirar la toalla. El equipo de Montizanti no tuvo una rápida respuesta y el intendente quedó demasiado expuesto a los golpes dentro del ring. Como a los boxeadores, también se le notaba en su cara.

Quizás la pelea se tornó más larga de lo prevista. Por el momento ningún púgil asoma en las gateras del oficialismo como para poder enfrentar lo que viene. Si es cierto que cuenta con un plantel con algunos púgiles, también mujeres del boxeo, con basta experiencia, aunque eso no quiere decir que tengan la cintura necesaria para poder salir de las cuerdas y contraatacar con un golpe certero.

Luego del round del viernes parece que las tarjetas ya no favorecen a la actual gestión. Sólo una mano maestra que saque de lucha al principal opositor puede salvar la corona. Tendrá que ser un certero uppercut que se coloque justo debajo de la pera, que sea letal. De lo contrario, todo indica, tendremos un nuevo campeón.

Segundos afuera…15º ¿Y último? Round.