La guerra de Malvinas comenzó un 2 de abril de 1982, mismo año en el que se disputaba el mundial en España. “Si bien hubo algunos futbolistas argentinos que plantearon no viajar a España, la decisión del seleccionado fue que el mejor aporte que podían hacer en aquel momento era tratar transmitir a los argentinos una alegría desde adentro de la cancha”, se publicó en su momento.

Sin embargo, Argentina no se pudo destacar y quedó eliminada en segunda ronda. Tendría revancha cuatro años más tarde, en México de 1986. Aquel año, Malvinas empezó a hacerse bandera en los estadios, en camisetas, en los cánticos. El recuerdo es permanente. Es que de alguna manera el fútbol, a través de sus hinchas, buscó la manera de recordar eternamente a los caídos y dejar el mensaje de que las Islas Malvinas son Argentinas.

Muchas veces escuchamos o leímos la frase de que "la unión hace a la fuerza", y alguna vez el Coronel Seineldin dijo que la Causa Malvinas tenía que ser el motivo de unión de todos los argentinos.

Tal como lo hizo años anteriores con la canción “Esta es la banda loca de la Argentina, la que de Las Malvinas nunca se olvida”, y 40 años después de la maldita guerra, en 2022 la Causa Malvinas estuvo más presente que nunca en el mundial disputado en Qatar ya que la canción que más sonó en los estadios dice: "En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas, que jamás olvidaré”.

Y para aquellos que piensan que la canción es solamente folclore del fútbol, el ex combatiente Ángel Paz dijo una vez: “Los hinchas tienen muy adentro los sentimientos de soberanía, de Malvinas. Se está reivindicando a los que cayeron en Malvinas. Esa gesta, además, unió al pueblo argentino”

Jóvenes guerreros que representan a nuestro país, que luchan teniendo a los poderosos en contra, Europa, la FIFA y más. Que tienen de aliados a los países más sufridos del mundo como India y Bangladesh, porque ven en Argentina a un Maradona plantandose a los ingleses decidido a pintarles la cara, por el honor y orgullo de la albiceleste. Así como lo hizo nuestra fuerza aérea contra la marina más poderosa del mundo en abril de 1982.

Mira si no nos íbamos a ilusionar, mira si no íbamos a gritar por los pibes de Malvinas. Mira si no íbamos a dejar nuestras diferencias de lado y unirnos de una vez por todas para gritar contra aquellos que operan políticamente a favor de las embajadas enemigas.

La unión hace la fuerza y los argentinos están más unidos que nunca. Un pueblo entero levantó la copa del mundo y salió a las calles a gritar por Diego, Lionel y los pibes de Malvinas, que jamás olvidaremos.