La Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fe.Si.Ma.F.) lanzó una medida de fuerza a la Cámara de Arena y Piedra Buenos Aires por un reclamo de recategorización salarial de los trabajadores. El paro rige desde la cero horas de este martes 24 de octubre y se extenderá por tiempo indeterminado.

En un comunicado, la Federación indicó que la medida fue adoptada “luego de haber agotado todas las instancias de diálogo sin que se llegue a un acuerdo que permita resolver el problema planteado”, lo que desencadenó el paro de actividades de buques de extracción y transporte de arena.

El paro lo llevan adelante el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales de la Marina Mercante, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos.

Las organizaciones gremiales reclaman la actualización de la tabla que rige el pago de salarios de la actividad de arena y piedra, por comprender que quedó desfasada con las nuevas tecnologías de producción y que atenta contra la actividad, la fuente de trabajo y la competencia del mercado arenero.

Los trabajadores argumentan que se está generando competencia desleal por no actualizar las categorías del Convenio de trabajo. La aparición de bodegas con mayor capacidad de carga pone en riesgo la fuente laboral de embarcaciones antiguas y es necesario una actualización de las categorías salariales. En la actualidad rige un Convenio Colectivo de Trabajo que establece el salario por producción de extracción de arena. Esta tabla se mide en m3 de capacidad de bodega y quedó obsoleto siendo la categoría “H” la menor con 200 m3 y la categoría “A” una bodega mayor a 1501 m3.

Los nuevos buques tienen una capacidad de carga de hasta 5000 m3, lo que implica realizar menos salidas para extraer mayor cantidad de arena, pero se emplea mayor tiempo para realizar la tarea. Este rinde por viaje encuentra una limitación proporcional al pago que reciben los asalariados y se paga lo mismo que un buque menor capacidad. Por lo tanto, aquellas empresas con embarcaciones mayores gozan de un beneficio en el costo por producción.

Las asimetrías en los costos afecta de forma directa a la actividad. Algunas empresas que poseen los dos tipos de buques, aplican la suspensión de tareas de embarcaciones menores y ponen en manifiesto el futuro del rubro, con un centenar de personal de a bordo sin trabajo.

Durante el cese de actividades, el Ministerio de Trabajo de la Nación tomó comunicación con los gremios y alentó a una reunión voluntaria, lo que no significa una conciliación sobre el conflicto, pero se estima que será un paso previo antes de que se recrudezca el reclamo.

Sobre este conflicto resuena el fantasma del desabastecimiento de la materia prima de la construcción. En el marco de una economía débil, que depende de todas las actividades, también se avizora una suba del producto en el último eslabón de la cadena de compra.