No se encontraron resultados.Un viernes normal como todos, Marcelo Ramos bombero voluntario de Capitán Bermúdez, salía de su trabajo particular en la ciudad de Rosario, se dirigió hacia la parada de colectivo ubicada en Junín y Avellaneda y allí encuentra a una persona que portaba un arma de fuego y bajo amenazas con ella, quería sustraerle una mochila a un joven que esperaba el colectivo.

Cuando Ramos llegó a tal lugar, mira al ladrón y le dice “espera que ahí viene el colectivo”, el sujeto se da vuelta para constatar que esto era cierto y en ese momento el bombero lo golpea, y al ver que el portador del arma hace un gesto de dolor, le da otro golpe, esta vez en el pecho. Debido a esto el sujeto cae a la calle y se le puede sustraer el arma.

Al instante llega una moto con otro joven que se encontraban con el ladrón y envisten al muchacho de la mochila. Entre tanto forcejeo y golpes llega un oficial de Prefectura Naval Argentina, quién se identifica como tal y logra calmar la situación.

El bombero traía consigo la ropa de trabajo y para poder defenderse tira el bolso al suelo, y bajo la amenaza de los sujetos de que “lo iban a matar”, le sustraen la bolsa e intentan salir en la motocicleta hacia calle Junín. Con tanta mala suerte que hacen unos metros y el bombero los alcanza, los golpea y hace desestabilizar la motocicleta, por lo que se atropellaron con el cordón y luego terminaron contra una columna del alumbrado público.

Allí se los retiene hasta que llega el comando policial, se hace la detención de los sujetos y se traslada al bombero al hospital para una revisión por traumatismos en rodilla y codo.

¿Qué fue lo primero que se te cruzó antes de gritarles que dejen a esa persona tranquila?

En el momento la indignación mayor fue cuando atropellaron al joven con la moto, este venía de trabajar, eso fue la bronca más grande. En el momento no se piensa lo que podría pasar si el arma gatillaba en algún momento, después en la comisaría me entero que el arma era de plástico.

¿Qué pensás si no hubiese aparecido la persona que trabajaba en prefectura?

Hubiera sido muy difícil. En el tumulto yo vi gente, taxistas, remiseros, gente que esperaba el colectivo pero nadie se mete, hoy por hoy se usa el “no te metas”, tal es así que cuando llegaron los policías, uno de ellos no podía sujetar bien a un sujeto y nadie se movió para darle una mano al agente policial. Yo lo que hice es a lo mejor un acto desmedido por las consecuencias, pero juro que si llega a pasar de nuevo lo vuelvo a hacer aunque después tenga que andar con muletas dos meses.

¿Crees que dentro de la sociedad se debería tomar este compromiso con el otro?

Si, totalmente. Yo te digo, acá está la ley del “no te metas” y cuidar tu vida y después los demás que se arreglen. Es algo que el estado tiene que hacer tomar conciencia y dar más libertad a la policía para que pueda actuar con otras condiciones. Las leyes tendrían que cambiar.

Además de trabajar y ser padre de familia, también sos un bombero voluntario, ¿esto fue necesario, fue lo que te dio el valor, el impulso para actuar en esta situación o no?

Si hay algo importante que uno aprende es que en una situación, tiene que estar frio para poder trabajar bien. Yo creo que eso fue algo de lo que se me cruzó en ese momento para actuar y hacer lo que hice, no lo pensé, pero ser bombero voluntario te lleva a esa toma de conciencia de frialdad para poder actuar en una emergencia grave o no. Me ayudo bastante ser bombero.

¿Qué le dirías al lector o a los ciudadanos?

Que se comprometan más con el pueblo, ese es el mensaje que quiero dar a todos, nada más. Más compromiso con la sociedad.