A pesar de la pandemia, y a que por ahora no puede compartirse, el mate se mantiene vigente, y aunque los consumidores más tradicionales se resisten a modificar la receta clásica, cada vez son más los que se animan a sumar ingredientes para ganar sabor, aroma o beneficios para la salud.

La presencia del Covid-19 obligó a reforzar los cuidados individuales, “Tomá mate, tomá precauciones” y “Cada uno con su mate, nos cuidamos entre todos” fueron los lemas de las campañas lanzadas en medios de comunicación y redes sociales.

Según los datos informados por el INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate), en abril de 2020 los molinos y fraccionadores despacharon 24,3 millones de kilos al mercado interno, constituyéndose en el mejor abril de la última década.

En abril de 2019 el volumen por ese mismo concepto sumó 23,4 millones de kilos; es decir, se evidencia un incremento del 3,67%, si comparamos con este año.

La respuesta de los materos no se hizo esperar y la práctica del mate individual prendió rápidamente; además de acentuar la higiene de los utensilios como mate, bombillas y termos; e incluso de los paquetes de yerba antes de guardarlos en la alacena.
*Limpiar bombillas (sumergir en agua hervida por un minuto o en lavandina diluida por cinco minutos)
*Higienizar correctamente los mates y dejar secar boca arriba para evitar humedad y hongos
*Higienizar los termos rociando su exterior con alcohol diluido o lavandina diluida
*Limpiar el exterior de los paquetes de yerba mate con alcohol diluido o lavandina diluida y secar servilleta de papel o paño limpio. También se puede guardar la yerba en recipientes limpios y herméticos.