No se encontraron resultados.Luego de haberse realizado el festejo por los 25 años de Página 12 donde asistió la presidente y no mencionó a Jorge Lanata fundador de este matutino, el periodista aprovechó su programa “Periodismo Para Todos” y leyó una carta a la mandataria nacional.

“Fui víctima del como el gobierno reescribe la historia como quiere y pone personas y la saca de la foto a su antojo” comenzó Lanata y prosiguió “Me parece Señora presidente patético y triste, que me hayan convertido en el primer desaparecido de Página 12. Usted se llena la boca hablando de identidad, de origen y de derechos humanos y no respetó ni mi identidad, ni mi origen ni mis derechos humanos; yo no estoy sangrando por la herida señora, no necesito un diploma, le juro que no. No es la primera vez que censuran mi nombre en Página 12 desde que me fui hace muchos años.
Lo patético y triste de esto era ver ahí a la presidente de la Argentina tratando de reescribir la historia a su medida y a su gusto, le quiero decir señora que no se puede, que no es una cuestión de poder o de plata, que son dos cosas de las que usted goza” expresó Lanata.

En otro apartado el periodista menciona “usted es patética cuando trata de tapar el viento con la mano, cuando cree que su poder va a durar siembre en un edificio que se tambalea de mentiras. Señora yo no voy a permitir que ni usted ni el diario que yo fundé, me desaparezcan”

En esos momentos, el reconocido periodista esgrimió un antiguo cartel del diario Página 12 que decía “despiértese con Página 12 el diario sin desperdicio” y se remonta en una explicación de que porque el diario sin desperdicio “lo llamábamos así porque no teníamos plata para el papel entonces como teníamos pocas páginas teníamos que hacer de la falta una virtud-tenemos pocas pero son buenas páginas- esto tiene 25 años cuando lo fundé” expresó y procedió a romper el cartel “en honor de su mentira” aludiendo a Cristina Kirchner.

“ahora ya no lo tengo más, ahora lo que queda de Página 12 en mí está en mi cabeza y en mi corazón y en la cabeza y el corazón de miles de personas; ahí usted señora no puede entrar, no puede entrar a menos que yo le de permiso, y yo no voy a permitir nunca que usted entre a mentir también ahí” desafió.