En un operativo realizado en el puesto de control de Lucio V. Mansilla, agentes del Senasa incautaron 340 kilos de pescado de río que eran transportados sin la documentación sanitaria correspondiente.

La mercadería, se encontraba oculta en bolsas de consorcio, y no garantizaba su origen ni inocuidad, incumpliendo normativas sanitarias vigentes.

El pescado fue decomisado y destruido según las disposiciones legales. Desde Senasa destacaron que estos controles buscan proteger la salud pública, combatir el comercio ilegal y respaldar a los productores responsables que cumplen con las normativas.