A partir del 2025, la educación secundaria en la provincia de Buenos Aires cambiará. Según anunció el director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, los estudiantes ya no repetirán un año completo si no aprueban todas las materias. En cambio, solo tendrán que recursar las asignaturas que no hayan aprobado. Este cambio forma parte de una reforma educativa más amplia que incluye un nuevo régimen académico y la elaboración de nuevos diseños curriculares para el próximo año.


Uno de los puntos más destacados de la reforma es que la acreditación de conocimientos se realizará “por materia” con calificaciones numéricas cuatrimestrales, similar al sistema universitario. Este cambio elimina la repitencia en bloque, lo que significa que los alumnos no tendrán que volver a cursar las materias que ya han aprobado.

“La escuela secundaria necesitaba un cambio importante. En el sistema actual, acreditás por materia pero repetís en bloque. Es tiempo de salir de esa matriz: hay varias provincias y sistemas educativos de otros países que ya la dejaron atrás”, afirmó Sileoni al presentar la iniciativa, que fue aprobada por unanimidad por el Consejo General de Educación de la provincia.


La calificación mínima para aprobar será 7, y no se promediarán los dos cuatrimestres, siendo obligatorio aprobar cada uno. El nuevo régimen académico incluye “períodos de intensificación” de 15 días al inicio y final de cada cuatrimestre, en diciembre y febrero, para que los estudiantes puedan reforzar las materias desaprobadas antes de tener que recursarlas.

“Hoy hay un sistema conceptual que se vuelve numérico al final del cuatrimestre. Decidimos volver a un sistema estrictamente numérico desde el inicio, como el previo a la pandemia”, señaló el ministro bonaerense.


El nuevo sistema también prevé un mayor apoyo a los estudiantes con dificultades. Los alumnos podrán intensificar hasta cuatro materias desaprobadas. Si tienen cinco o más materias pendientes, deberán decidir cuáles intensificar (hasta 4) y cuáles recursar. Para acompañar a los estudiantes en este proceso, se formará un “Equipo de Definición de las Trayectorias Educativas” (EDTE), integrado por docentes, directivos, un preceptor de la escuela y un docente “coordinador de trayectorias”.

“Antes los estudiantes hacían esa tarea en soledad. Ahora habrá más recursos del Estado para que en ese tránsito en el que tienen que prepararse para rendir, los chicos estén acompañados, algo que la clase media resuelve con profesores particulares. Todo lo pendiente tiene que intensificarse. La única diferencia es que la escuela va a acompañarlos en esa instancia y no los va a dejar solos”, explicó Sileoni.

La reforma también pone un énfasis especial en los estudiantes de primer y último año. Para los de primer año, se trabajará en secuencias didácticas de Lengua y Matemática para facilitar la transición desde la primaria. Para los de último año, se diseñarán propuestas formativas orientadas a la articulación con el nivel superior y la “construcción de vocaciones”.

Además, se implementará una “libreta digital” para que los estudiantes y sus familias tengan acceso directo a las calificaciones.

La reforma vendrá acompañada de una mayor inversión en cargos y módulos docentes para apoyar los períodos de intensificación. En 2025, se abrirán 3000 concursos para que directores y vicedirectores titularicen sus cargos, ya que la antigüedad en el cargo de los directores escolares se asocia fuertemente con mejores aprendizajes.