Pablo Ovando, un guía de pesca de 44 años, y su hijo Agustín, de tan solo 4. Ambos fueron vistos por última vez el martes 15, cuando salieron a navegar por la zona de El Palma, pero desde entonces no se sabe nada de ellos.
El último contacto registrado fue a las 14.30 de ese mismo día. Desde entonces, nada más se supo de Pablo ni de Agustín. Lo único que apareció fue su embarcación Wally, anclada y con la llave puesta, además del teléfono celular del hombre.
La situación fue descubierta el miércoles por uno de los empleados de la empresa Pirayú Excursiones, propiedad de Ovando. Al no encontrarlos en el muelle, el trabajador comenzó a llamarlo sin éxito y luego dio aviso a su esposa, quien radicó la denuncia.
Desde ese momento se desplegó un gran operativo de Prefectura Naval Argentina, que continuará este viernes con los rastrillajes, en busca de pistas que permitan saber qué ocurrió con el hombre y el niño.
La comunidad de Reconquista permanece en vilo, mientras familiares, amigos y vecinos esperan con angustia alguna novedad sobre su paradero.