
Un hombre de 70 años que mató a tiros a su esposa embarazada en el año 2000 y estuvo prófugo durante 22 años deberá cumplir la pena a 20 años de cárcel a la que había sido condenado tras el hecho y que nunca llegó a cumplir porque se evadió del penal.
El hombre, identificado como Ramón Ángel Abregú, se presentó hace dos semanas de forma espontánea ante la justicia de Río Grande, en Tierra del Fuego, para solicitar la prescripción de la causa y de esta manera permanecer en libertad.
Sin embargo, quedó inmediatamente detenido y el Tribunal de Juicio en lo Criminal mediante una resolución de los jueces Eduardo López y Juan José Varela, explicaron que la causa judicial no se encuentra prescripta, por lo que Abregú debería cumplir en prisión la totalidad de la pena y ser juzgado por su evasión del penal en 2001.
Según los magistrados, la sentencia a 20 años de cárcel no prescribió porque no estaba firme al momento de la fuga del acusado (restaba un pronunciamiento del Superior Tribunal de Justicia) y por lo tanto Abregú nunca pudo ser notificado del fallo definitivo sobre su condena, lo que hubiera iniciado la cuenta para el período de prescripción.
Además, el tribunal consideró que Abregú cometió un nuevo delito al fugarse en 2001, ilícito que se siguió cometiendo hasta el momento en que se entregó a las autoridades hace dos semanas, por lo que tampoco se encuentra prescripto, lo que conllevaría un riesgo de "sentencias contradictorias" si se declara la prescripción del homicidio y hubiera una eventual condena por la fuga derivada de ese mismo delito.
"El ejercicio del derecho a castigar implica el razonable ejercicio de la potestad reglamentaria del legislador con los principios, valores y derechos consagrados en la Constitución Nacional. Nuestra labor se ciñe entonces a comprobar la legitimidad temporal del reclamo estatal a castigar y garantizar la capacidad de Abregú de ser perseguido por sus conductas punibles", escribieron los jueces en la resolución de dos carillas a la que accedió Télam.
Allí también señalaron que, según el Código Penal, "la prescripción se interrumpe por la comisión de otro delito o por la secuela del juicio" y que "existiendo delito pendiente que puede terminar en condena por delito interruptivo (la fuga) no corresponde dictar la prescripción para evitar sentencias contradictorias".
"La fuga de Abregú impidió que se le notificara del rechazo de recursos y se carece, en consecuencia, de sentencia firme: la evasión interrumpió los actos procesales por ambos hechos: el homicidio y la fuga", concluye el pronunciamiento judicial.
Por otra parte, y aunque su abogado todavía no planteó esa posibilidad, fuentes judiciales admitieron que Abregú podría solicitar la prisión domiciliaria, en virtud de que ya tiene 70 años.
Cómo fue el crimen
Según las fuentes de la investigación, Abregú estaba provisoriamente separado de su mujer, pero en las semanas previas al crimen se había acercado a ella con la supuesta intención de reconciliarse. El día del hecho, el acusado acudió al domicilio de Falcón y la atacó con un arma calibre 9 milímetros.
La mujer, embarazada de siete meses, logró escapar con una herida y se refugió en la sala de guardia del sanatorio Cemep, donde su agresor la alcanzó y la remató con cuatro disparos más, según se probó en el juicio oral.
Tras la condena, el 15 de febrero de 2001 se fugó del establecimiento penitenciario.Finalmente, logró escapar de la isla hacia Chile escondido en un camión, a través del Paso Fronterizo San Sebastián, y desde allí reingresó al país para refugiarse en una provincia del norte.
Abregú retornó a Tierra del Fuego sin documentación personal, tras atravesar cuatro controles aduaneros. Finalmente, el 15 de octubre pasado ingresó por la puerta principal al tribunal que lo condenó 22 años atrás y que, ahora, volvió a negarle la libertad.
Télam