El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó que "es altamente improbable recuperar información genética de los restos óseos" hallados en el río Tragadero, en el Chaco, para establecer si pertenecen a Cecilia Strzyzowski.
Emerenciano Sena, su esposa Marcela Acuña, y su hijo César, aún se encuentran detenidos tras ser acusados del crimen junto con otras cuatro personas por encubrimiento.
Carlos María Vullo, del EAAF, afirmó: "En nuestra larga experiencia de 20 años procesando restos óseos, considero que en la actualidad es altamente improbable recuperar información genética de los restos remanentes dado el extensivo grado de calcinación que presentan."
"Considero que es poco probable que otros laboratorios puedan obtener resultados reportables en dicho material óseo", enfatizó.
Según el EAAF, se recibieron "16 sobres con muestras óseas en el laboratorio de genética forense". Las muestras se procesaron con los métodos de extracción, cuantificación, amplificación y análisis genéticos más estrictos, según los protocolos del EAAF, pero no fue posible obtener material genético cuantificable.
El equipo especial de fiscales había solicitado información adicional, pero el EAAF confirmó que, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron recuperar información genética de los restos.
Cecilia Strzyzowski fue vista por última vez el 2 de junio y, según la resolución de los fiscales, fue asesinada en la casa de sus suegros en Resistencia. Tres de los imputados están acusados de homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el concurso premeditado de dos o más personas, un delito penado con prisión perpetua.
La hipótesis es que el cuerpo de la víctima habría sido trasladado y calcinado en la chanchería propiedad de los principales imputados. Sus restos habrían sido esparcidos en distintos lugares, incluyendo las márgenes del Río Tragadero.