Las calles, plazas y edificios de Capioví se llenan de luces, guirnaldas, adornos y esculturas navideñas creadas por los vecinos. Lo particular es que todo está hecho a mano utilizando botellas de plástico, papel y otros materiales reciclables.
La tradición comenzó hace 15 años, surgió de un proyecto de catequesis que año a año se transformó hasta convertirse en una tradición y uno de los eventos más esperados del año para todo el pueblo.
“Al principio era algo muy básico. Un vecino donó madera para el pesebre, otro trajo pintura, y así nos fuimos organizando. Una de las madres había visto decoraciones con botellas plásticas en Brasil, y eso nos dio la idea de reciclar como una forma más económica y resistente para el clima de la zona”, contó Úrsula Kleiner, coordinadora del proyecto, a Misiones Online.
Son más de 100 los vecinos que cooperan en el armado y la producción de las decoraciones.
El domingo 1ro de diciembre, un cortocircuito en las luces provocó un incendio que destruyó el árbol navideño de Capioví durante la madrugada. Las llamas se propagaron rápidamente debido a los materiales inflamables. A pesar del incidente, más de 5.000 personas habían asistido a la inauguración. En su lugar, se colocó una decoración simbólica con flores blancas y mariposas monarca.