El Club Barracas Central despidió a Lucas González, el joven de 17 años de edad que murió tras permanecer dos días internado por dos balazos en la cabeza, disparados por policías de civil quienes presuntamente los confundieron con delincuentes.

El joven asesinado jugaba en las inferiores del club porteño, que mientras se prepara para disputar el próximo lunes la final del Torneo Nacional por un lugar en la primera división del fútbol argentino, despide a uno de sus futbolistas juveniles y exige justicia ante el aberrante crimen.

González viajaba junto a tres amigos el pasado martes por la mañana en Barracas cuando un auto con policías de la Ciudad de Buenos Aires, vestidos de civil, interceptaron su vehículo ya que los habían confundido con presuntos delincuentes.

Los jóvenes intentaron escapar de la confusa situación, y es allí cuando, según testigos, la policía los persiguió y les disparó al menos una decena de veces. Dos disparos impactaron en la cabeza de González, que debió ser internado en Florencio Varela en gravísimo estado. Finalmente, falleció el jueves.