11Noticias Lo Último PolicialesRosarioNacionalesDeportesCulturaGremial
lunes, 20 junio 2011 | Meditación

PARA SOBREPONERSE DE LA DEPRESION (PRIMERA PARTE)

Charles Spurgeon, un día caminando a su casa después de un arduo día de trabajo, empezó a sentirse sumamente fatigado y deprimido. Sabía que muchos podían, y solían, contarle sus problemas; pero él no contaba con muchos para contarle los suyos. Y sentía una vez más que una vieja celda lo apresaba.
PARA SOBREPONERSE DE LA DEPRESION (PRIMERA PARTE) No se encontraron resultados.Él era el gran predicador de la era victoriana, y sufría de períodos de honda depresión. Cierta vez le dijo a un amigo, que “hay celdas debajo del castillo de la depresión”. A pesar de eso, Spurgeon seguía percibiendo la perspectiva divina. Las buenas nuevas esenciales de la gracia de Dios y la redención eran bienes reales para el.

En cuanto nuevamente se sintió apresado, un texto bíblico vino a su mente y lo rescató. “bástate en mi gracia, porque mi poder se fortalece en la debilidad” 2° Cor. 12:9. Al llegar a su casa, busco el versículo en el texto original en griego, esta vez, ese solo trocito de buenas nuevas le llegó aún con más fuerzas. Dios parecía hablarle directamente a él: “Te basta con mi gracia”.

Charles contesto en voz alta:
“¡Debo pensar que sí, Señor! Y se echó a reír. Adquirió en ese instante el corazón, alegre que “es una buena medicina” (Prov. 17:22), recordando aquel incidente, él comentaría después: “Por primera vez entendí la risa santa de Abraham. ¡La incredulidad se vuelve tan absurda!”.

En una de las cartas a sus amigos, escribiría lo siguiente:¡Oh, hermanos! Sean grandes creyentes. Un poquito de fe llevará sus almas al cielo, pero mucha fe les traerá el cielo a sus almas”. Descubrió así una importante verdad. El cielo no es meramente el espacio ilimitado que rodea la tierra; es vivir en la presencia de Dios. Hay una dimensión del cielo que a menudo pasamos por alto. Cuando los fariseos interrogaron a Jesús acerca del reino de Dios, el declaró “El reino de Dios ya está entre vosotros” (Luc. 17:21).

Cuando Dios entra en nuestra vida mediante su Espíritu Santo, su reino se instala en nuestro corazón. El Espíritu de Dios sana nuestras heridas, seca nuestras lágrimas y nos da nueva esperanza. Con Spurgeon, descubrimos que basta con la gracia de Dios. Aún en nuestras circunstancias más difíciles, donde quiera que esté el Señor, estará el cielo para nosotros. Regocijémonos hoy con Aquel que llena nuestras vidas.

Publicidad Publicidad Publicidad
San Lorenzo, Santa Fe, Argentina | C.P.: 2200 | +54 341 691 2807
© Copyright 2010, Todos los derechos reservados.
Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2023-30307622-APN-DNDA#MJ

ggg