La fiscal de la región, María Eugenia Iribarren, presentó su renuncia a partir de septiembre
Ya relegada de sus funciones por una sanción disciplinaria, la auxiliar de la Justicia dejará sus funciones en el Ministerio Público de la Acusación santafesino, que sigue manifestando revanchismos y rivalidades puertas adentro.
La fiscal regional de Rosario, María Eugenia Iribarren, presentó su renuncia a partir del primero de septiembre al Ministerio Público de la Acusación.
Iribarren fue desde marzo desplazada de sus funciones únicamente en Rosario como fiscal regional, pero continuaba ejerciendo sus tareas en el resto de las localidades, por lo que la dependencia de la ciudad de San Lorenzo dependía de ella.
En ese relevamiento, Iribarren había quedado ligada al conflicto disciplinario que tuvo el fiscal Matías Edery con una testigo protegida. Matías Merlo la había reemplazado en Rosario desde aquel mes de marzo.
La fiscal aludió “falta de apoyo” de la actual gestión del MPA, encabezada hoy por María Cecilia Vranicich.
De este modo, la conducción de las jurisdicciones por fuera de Rosario, incluída San Lorenzo, de la Fiscalía quedarán acéfalas, aunque quedarían encabezadas, de este modo, por el ya mencionado Merlo.