Las Escuelas Públicas del Condado de Collier en Florida decidieron prohibir más de 300 libros en sus bibliotecas escolares. Esta medida, basada en la ley HB 1069 de Florida, generó preocupación sobre la libertad intelectual y el acceso a obras literarias fundamentales.

Entre los autores afectados se encuentran nombres muy conocidos como Stephen King, Judy Blume y una amplia variedad de escritores que abarcan desde clásicos literarios hasta contemporáneos para jóvenes adultos. La prohibición se centra en la representación o descripción de conductas sexuales, según lo establecido por la legislación.

Ante esto, Stephen King respondió con ironía a través de las redes sociales, destacando que tener 16 de sus libros prohibidos podría ser un indicador de que está "haciendo algo bien".

La ley HB 1069 amplía los mecanismos para impugnar libros, especialmente aquellos que contienen contenido relacionado con la orientación sexual o la identidad de género hasta el octavo grado. Esta legislación fue criticada por limitar la libertad de expresión y restringir el acceso a obras formativas para adolescentes.

La prohibición de libros en escuelas experimentó un aumento en los Estados Unidos, triplicándose en el último año. Florida lidera en el número de casos, superando a otros estados como Texas. La asociación PEN América denunció esta tendencia como la peor ola de censura en décadas, con más de 5,800 libros prohibidos desde 2021.