Una abuela de 90 años, Ester Cunio, residente en el kibutz israelí Nir Oz, vivió una experiencia aterradora cuando terroristas de Hamás irrumpieron en su casa. Estuvo a punto de ser secuestrada junto a ocho miembros de su familia y llevada a Gaza, pero un nombre inesperado cambió su destino: Lionel Messi.

“Vos te venís conmigo, acá va a haber sólo fuego”, le gritó el terrorista, que se enojó porque la mujer no hablaba bien en hebreo ni en inglés, mientras que Cunio manifestó: “Le dije que yo hablo en argentino, en castellano”. Pero, el terrorista no conocía el país: “¿¡Qué es Argentina!?”, la interrogó y la respuesta de Ester cambió todo.

– ¿Vos mirás fútbol?

– Sí, fútbol, me gusta

– Yo soy de donde es Messi

– ¡¿Messi!? A mí me gusta Messi.

La mención de Messi provocó un cambio inmediato en el terrorista, quien le dio sus armas, la hizo saludar a la cámara y posaron juntos para una foto. Aunque Ester logró salvar su vida, sus nietos continúan encerrados, por lo que pide a Messi que ruegue por ellos, ya que son "chicos que valen oro".

Esta historia es parte de un nuevo documental en español, Voces del 7 de octubre, que presenta historias de supervivencia de latinos israelíes durante el ataque de Hamás. La directora ejecutiva de Fuente Latina, Leah Soibel, destacó la importancia de preservar estas historias para las generaciones futuras y garantizar que la verdad no se distorsione ni se olvide.

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