Otro crimen político estremece a Ecuador, país que vivencia una ola de violencia sin igual a pocos días de las Elecciones presidenciales. Pedro Briones, uno de los líderes del movimiento Revolución Ciudadana, fue ejecutado el lunes por la tarde en la ciudad de Esmeraldas.
El crimen se enmarca, nuevamente, en la ola de violencia política que el país afronta y que se acentuó tras el crimen del candidato a presidente Fernando Villavicencio.
Briones, político ligado al ex presidente Rafael Correa, fue asesinado por dos personas que sin más abrieron fuego contra su vehículo y terminaron con la vida del líder de izquierda.
En la misma ciudad, el 16 de julio pasado, también asesinaron a Rider Sánchez Valencia, otro político que se postulaba para integrar la Asamblea Nacional ecuatoriana.
Los crímenes hacia referentes políticos se acrecentaron por la participación de Ecuador en el comercio global de la cocaína. El Cartel de Sinaloa había amenazado al candidato a presidente Villavicencio, quien luego resultó salvajemente asesinado.
Ecuador exporta cocaína a través de los carteles Nueva Generación de México, del Golfo de Colombia y el Comando Vermelho de Brasil a Estados Unidos, y se posiciona, detrás del gigante sudamericano, en la ruta de exportación más importante hacia el norte continental.