El frío dificulta la tarea de los socorristas en un escenario donde al menos 870.000 personas precisan urgentemente comida y, solo en Siria, 5,3 millones se quedaron sin casa, de acuerdo a estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El Programa Mundial de Alimentos pidió 77 millones de dólares para aportar raciones de comida a al menos 590.000 personas desplazadas a causa del terremoto en Turquía y 284.000 en Siria, consignó hoy la agencia de noticias AFP.
En tanto, la oficina de Derechos Humanos de la ONU urgió ayer a todas las partes en la zona afectada, donde operan militantes kurdos y rebeldes sirios, a permitir el acceso humanitario.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado grupo terrorista por Ankara y sus aliados occidentales, anunció que suspendía su lucha armada para contribuir a los trabajos de recuperación.
Por su parte, el gobierno de Siria anunció que autorizará el suministro de ayuda internacional a las zonas controladas por los rebeldes en el noroeste del país, castigado por el sismo.
Hasta ahora, solo dos convoyes humanitarios habían cruzado esta semana desde Turquía a esta área rebelde donde viven cuatro millones de personas.
El último balance brindado este sábado indica que el número de fallecidos asciende a 24.218 personas de las cuales 20.665 en Turquía y 3.553 en Siria.