Por la cintura del mundo, con apenas 82 kilómetros de distancia, el Canal de Panamá comunica al Mar Caribe con el Océano Pacífico desde 1914. En sus inicios Estados Unidos tomó el control de este paso mediante un tratado y apoyo militar. El atajo genera un ahorro de al menos 30 días de navegación y baja los costos de las navieras que lo utilizan. En 1999 Panamá recuperó el control de la Zona del Canal y estableció su gestión a través de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
A 110 años de su primer tránsito, la infraestructura se encuentra en riesgo potencial de paralización que puede generar una crisis en los precios de los fletes marítimos, graves pérdidas económicas para el país y daños ambientales incalculables. Así lo denunció la Federación de Asociaciones Profesionales de Panamá (FEDAP) en un duro comunicado que esgrime un sin números de irregularidades.
La entidad manifestó su profunda preocupación por el crecimiento de los accidentes operativos, el último con un peligroso derrame de petróleo crudo ocurrido el domingo 26 de mayo en la esclusa Miraflores sobre las aguas dulces, principal reservorio para el consumo de la población, y que advierten las condiciones se inclinan a replicar un incidente como el sucedido en el Canal de Suez.
El presidente de FEDAP, abogado Miguel Antonio Bernal, dijo a
11Noticias que “nos motivó la necesidad de alertar al resto de la población con relación a esta situación, puesto que los medios de información locales están sometidos al financiamiento publicitario propagandístico que le pagaron los directivos de los administradores del canal y no publican absolutamente nada por eso recurrimos a ustedes”.
En la misma línea, el abogado explicó que “el canal tiene una serie de legislaciones totalmente inaceptables, puesto que son leyes que eran practicadas en la época en que Estados Unidos tenía el monopolio del canal y que aquí han seguido practicando con criterios completamente ajenos a nuestra idiosincrasia, provocando una serie de conflictos que no se resuelven, puesto que el peso que tiene la autoridad del canal de Panamá sobre el resto de los órganos del Estado es extremadamente inmenso, sobre todo en el órgano judicial, que es donde
la Corte Suprema está totalmente corrupta y putrefacta y apadrina los actos de la autoridad”.
Dr. Miguel Antonio Bernal, presidente de la Federación de Asociaciones Profesionales de Panamá
Para Bernal, la Zona del Canal aún se administra con la vieja imposición de EEUU. “Ellos creen que son otro Estado, otro país, otro mundo”. Antes de 1999 a los trabajadores, administradores y a la población norteamericana que vivía allí a expensas del canal se les denominaba “Zonians” en referencia a la Zona del Canal comprendida por el tratado de Hay-Bunau Varilla de 1903, donde se venden a Estados Unidos los derechos a perpetuidad del canal y una amplia zona de ocho kilómetros a cada lado del mismo, a cambio de una suma de 10 millones de dólares y una renta anual de 250.000 dólares.
Bernal asegura que en la actualidad, y luego de 24 años de recuperar el territorio panameño y la obra de ingeniería más grande del mundo,
“tenemos panameños -Neozonians- que están administrando el canal con criterios ajenos a las necesidades nacionales, con criterios ajenos a una geopolítica propia que debe acompañar al Estado panameño, pero sobre todo con una mentalidad laboral que por momentos pareciese que estuviésemos en la época feudal”.
En 22 días, el demócrata Laurentino Cortizo Cohen dejará la presidencia luego de 4 años de gobierno. Para Miguel Bernal “ha sido un gobierno extremadamente cipayo, extremadamente entreguista a los intereses foráneos y de manera muy especial a los intereses estadounidenses y con relación al canal se ha caracterizado por una actitud de indolencia absoluta, de poco interés”.
El presidente de la federación que nuclea a 35 organizaciones profesionales de diferentes actividades aseguró que
“el hecho de que todavía pase un barco no quiere decir que esté funcionando con la responsabilidad que implica, sino que sirve de fuente de lucro para unos cuantos y de perjuicio para unos muchos”.
Primer tránsito luego de la ampliación del canal (2016)
Ante el inminente cambio de gobierno, los panameños piden al presidente electo José Raúl Mulino que, al momento de llevar adelante su gestión desde el 1 de julio, “interceda con justicia y razón” que velen por esta conexión de vital importancia para el transporte marítimo y comercial.
“Creo que lo primero que tienen que hacer es desplegar una voluntad de correctivos inmediatos y urgentes que hay que hacer, administrativo, laboral y todo lo relativo a la importancia geoestratégica y geopolítica. Además, hay una responsabilidad con la población panameña que a la fecha no ha recibido los beneficios que se esperaban”, detalló.
“Estados Unidos nunca ha dejado de tener un grado de influencia y muchas veces hasta determinante en nuestra política, tanto exterior como interna”, aseguró el presidente de la FEDAP, Miguel Bernal.
El país no resignó sus intereses estratégicos desde el punto de vista militar y comercial, de hecho son el principal usuario del Canal junto con la República Popular China. En ese sentido, el abogado abundó en que “ellos siempre han mantenido un ojo pendiente de qué pasa con el canal, porque el hecho de que se hayan retirado de la ocupación militar que sostenían una parte de nuestros territorios no quiere decir que se hayan desentendido de sus intereses en nuestro país o en nuestro Estado”.
Más dólares, menos agua
El Canal de Panamá recauda 2.8 billones de dólares al año por el tránsito de los buques cargueros. Funciona a través de esclusas en cada extremo que elevan los barcos hasta el lago Gatún, un lago artificial a 27.5 metros sobre el nivel del mar, para después descenderlos hasta el nivel del Pacífico o el Atlántico.
El tránsito de los buques utiliza 200.000 m3 de aguay en cada paso las esclusas no logran separar el agua dulce del agua de mar. Los tránsitos se redujeron de 44 a 32 por día, una restricción que según la Administración es causa de una considerable merma en el nivel del agua por el efecto climatológico de “La niña”. Los trabajadores aseguran que la realidad pasa por la salinización del agua dulce del lago y que
ya se pueden encontrar especies marinas en este reservorio vital para el consumo de la población.
El director del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), Juan Antonio Ducret, informó el 15 de marzo que la planta potabilizadora de Miraflores ha reducido su producción de agua potable debido al aumento de salinidad en el lago Gatún.
Presencia de Corvinas en el Lago Gatún
En mismo sentido, los profesionales de FEDAP sostiene que “Se está produciendo un alto grado de salinización sobre todo por la esclusa de Cocolí al ingreso del Canal del lado del Océano Pacífico, y esa salinización está afectando al lago Gatún que es el lago que le proporciona agua potable a la ciudad capital, entonces ponen excusas por “el niño” y que no hay agua o no ha llovido, pero en realidad el problema viene por las deficiencias de las tinas de reciclajes de las exclusas de Cocolí y que está produciendo una desgracia con la salinización del agua”.
“Los barcos no pagan por la utilización del agua, pagan flete por lo que llevan sobre sus proas y popas”, dijo Bernal a este diario y recordó que “el agua potable se acaba y hasta el momento no hay de parte de las dirigencias gubernamentales del país ni de parte del Ministerio del Canal, ni de parte de la Autoridad del Canal, ni de parte de los Administradores ni de parte de la Junta Directiva del Canal un programa serio, claro, transparente y firme y decidido para poner a la población al tanto de la situación y ver qué podemos hacer entre todos”.
Veinticinco denuncias y reclamos ambientales
La Asociación Ecologista Panameña y Asociación de Derecho Ambiental remitieron más de 25 denuncias criminales ambientales contra la ACP, sus directivos y sus administradores en los últimos 15 años. Así lo confirmó el Dr. Donaldo Sousa Guevara, presidente de ambas organizaciones ambientalistas, quién resaltó la importancia de apoyar a los trabajadores del Canal, hoy desprotegidos por el Estado.
“La cantidad de actos ilícitos cometidos por la ACP es enorme desde que el canal pasó a manos panameñas y no desde el año que inició el canal, que ni siquiera estaban los panameños manejándola”, sostuvo el ambientalista.
Además, al cierre de esta nota, la ACP emitió un comunicado desprestigiando a la FEDAP y promoviendo un conflicto con el sector laboral. En esa línea Sousa resaltó que “definitivamente el comunicado de FEDAP en ningún momento va en contra de los trabajadores y del canal de Panamá, todo lo contrario, está denunciando la actitud de los directivos y los administradores del canal contra los trabajadores”.
Además, apuntó al contracomunicado como “pura demagogia, es cínico, comunicado cínico y totalmente falso” y agregó que la respuesta a FEDAP “demuestra que están preocupados y definitivamente que son unos delincuentes”.
Trabajadores Panameños del Canal
Los obreros del Canal
Un trabajador canalero contó a
11Noticias sobre las dificultades que enfrentan los trabajadores a la hora de defender sus derechos laborales como así también sobre el crecimiento de los riesgos en la actividad. La situación se encuentra en su peor momento y
los trabajadores de la Convención Colectiva de la Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta (UCOC) llevan 5 años sin avanzar en el diálogo porque la Administración “negocia de mala fé, impone su criterio y se niega a negociar”.
“No tenemos derecho a huelga y la Junta de Relaciones Laborales, mediadora entre las partes, es débil, apática y parcializada hacia la administración del Canal”, dijo el obrero que prefirió reservar su identidad por temor a las represalias de la Autoridad del Canal.
Los trabajadores denuncian que “cuando ganan una disputa laboral, la Administración de manera arbitraria opta por no acatarla, incluso desconoce las decisiones de la Corte Suprema de Justicia sin tener perjuicio alguno”.
La preocupación de los obreros no se acota a lo salarial, los reclamos van desde derechos básicos como horas de descanso, condiciones laborales dignas y seguras hasta la protección de la infraestructura, la fuente laboral y medioambiental.
“El inadecuado mantenimiento ha causado canibalismo de los equipos y al deterioro prematuro de los mismos y aún insisten en usar remolcadores altamente peligrosos, lo cual causó varios accidentes de mucha gravedad y generando mucha inseguridad entre los trabajadores”, criticó.