Las medidas de suspensión del servicio nocturno del transporte interurbano de pasajeros en la región son parte de un reclamo de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP), que intenta poner en discusión el irrisorio reparto desigual que el Gobierno Nacional hace hacia las empresas del rubro en todo el país.

Los subsidios, dinero que permite el funcionamiento del servicio de transporte urbano e interurbano de pasajeros, se van mayoritariamente al Área Metropolitana de Buenos Aires, en tanto que el resto del país subsiste con aportes provinciales y a veces municipales.

En una entrevista con el medio Aries Online, el presidente de esta entidad señaló que ellos quieren “otro tipo de distribución, que nos fijen la tarifa que figura en los estudios de costos y se subsidie directamente a la demanda”.

Para Gerardo Ingaramo, el país debería tener un precio de boleto único para todos los servicios de colectivos, el cual sin subsidio estaría en torno a los $550.

En la región, representaría un incremento de casi el 200%, pero para Buenos Aires y su zona metropolitana, con un boleto mínimo de colectivo a $54, sería un aumento del 1000%.

El transporte público de pasajeros, en todos sus niveles, atraviesa en estos últimos días un posible punto de inflexión en su funcionamiento a nivel nacional ante la llegada del nuevo presidente Javier Milei y su propuestas liberalizadoras y de quita de subsidios.

Los próximos días representan una incógnita con respecto a lo que será la continuidad del transporte público, servicio esencialmente vital y necesario para la movilidad y el funcionamiento de una sociedad como tal.