No es como Marley pero que es real es real: insectos como los grillos pueden utilizarse para producir alimentos, y en Argentina el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola ya ha producido budines y fideos en base a harina de grillos.

Ayer, el SENASA promovió una charla debate titulada “Primer encuentro nacional de la cadena de valor de insectos para consumo humano y animal”, y por supuesto que llovieron las críticas hacia un Gobierno Nacional que prometió volver a “prender las parrillas” pero que en el adelantado epílogo de su primera gestión promueve el consumo, de alguna manera, de bichos.

???? Te invitamos al Primer encuentro nacional de la cadena de valor de insectos para consumo humano y animal.

?? Requiere inscripción previa enviando un correo a : dnica@senasa.gob.ar

? 13:30 a 18 hs vía Zoom pic.twitter.com/OqKUtYkDuK

— Senasa Argentina (@SenasaAR) April 11, 2023

Pero más allá de la chicana política, las investigaciones con respecto a este tipo de productos en base a insectos, principalmente de grillos, son avanzadas y tienen un propósito global, que es la posible sobrepoblación de un planeta que ya no puede extraer recursos de una tierra que da recursos a los seres humanos desde hace más de 30.000 años.

A principios de este año, el INTA difundió un avance en las investigaciones de este tipo de elaboraciones, y presentó fideos frescos hechos con harina 000 y con un 18% de pasta de grillos.

El compuesto se extrae luego de un procesamiento de grillos congelados de la especie Gryllus assimilis. Este material, un polvo refinado similar a la harina, es mucho más proteico que la molienda tradicional.

“Los insectos pueden criarse en todas partes, se reproducen rápidamente y poseen tasas elevadas de crecimiento y conversión de piensos, además de un reducido impacto ambiental durante su ciclo de vida. Son nutritivos, ya que contienen niveles elevados de proteínas, grasas y minerales. Además, pueden consumirse enteros o molidos, en forma de polvo o pasta, e incorporarse a otros alimentos. El uso de insectos a gran escala como ingrediente en la composición de piensos es técnicamente viable”, había dicho Pablo Morón, funcionario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, y Pesca, con respecto al informe del INTA.

El consumo de insectos, más allá de las aventuras del conductor televisivo por países orientales allá apenas pasados los años 2000, es una realidad que buscan afrontar los organismos internacionales para la falta de alimentos en un futuro para nada lejano.

Aún así, abre el debate, y es lógico y sincero sentir incertidumbre con respecto al tipo de alimentación que podría tener la sociedad en un futuro, ante los avances de, por ejemplo, la carne sintética y otros tipos de productos hechos en laboratorios pero con contenidos y proteínas necesarias para el desarrollo humano.