El Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, encabezado por el capitán Mariano Moreno, expresó su enérgico rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia 340/25 impulsado por el Gobierno Nacional, al que calificó como “un golpe directo a la Marina Mercante Nacional, la industria naval y el trabajo argentino”.
“Con el paro demostramos que ningún trabajador quiere ser abusado. Porque sabemos que cuando se eliminan los derechos, se destruye la representación sindical y se impone la lógica del mercado sobre la del trabajo, lo que sigue es el abuso”, sostuvo Moreno, secretario General de la entidad y también vicepresidente mundial de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF).
El dirigente advirtió que el país se encamina hacia un modelo regresivo, donde se extranjeriza el comercio fluvial, se liberaliza la importación de buques, se entrega el control de la hidrovía y se vacía de contenido el sistema de representación gremial. “El objetivo es claro: desregular, flexibilizar, individualizar la negociación y eliminar los convenios colectivos, para que el capital imponga sus condiciones a fuerza de necesidad”, señaló.
“Ante ese escenario, nuestra respuesta es contundente: salimos al paro, porque ningún trabajador quiere ser abusado. No vamos a permitir que la discusión sobre la ‘esencialidad’ del sector se use como herramienta para limitar el derecho a huelga, mientras se vacía de contenido al propio sistema. Sin tripulación argentina, sin flota propia, sin barcos que tributen en nuestro país, no hay esencialidad posible”, remarcó Moreno.
Desde el gremio remarcaron que el DNU no fomenta el trabajo ni beneficia a los argentinos, sino que “favorece a un puñado de empresarios que podrán arriar la bandera nacional, radicarse en otros países y maximizar ganancias sin ningún compromiso con la Argentina”.
Asimismo, criticaron el silencio del Congreso: “Mientras el presidente reforma a su antojo leyes estructurales, nuestros legisladores no reaccionan, incluso aquellos que dicen defender la Patria”.
Finalmente, Moreno fue contundente: “Cuando las tarifas del transporte fluvial las fijen otras banderas, cuando el control de la hidrovía esté en manos extranjeras, cuando los astilleros estén vacíos y nuestras tripulaciones desempleadas o precarizadas, será tarde para explicar qué hicieron con nuestra Marina Mercante. Nosotros no vamos a callar y a mantenernos de brazos cruzados. Defender la Marina Mercante es defender la soberanía, el trabajo, la industria y el futuro de nuestro país”.