En el marco de la
desregulación de la Marina Mercante Nacional a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 340/25, publicado el pasado miércoles, los trabajadores marítimos y fluviales levantaron una fuerte voz de alerta: la apertura de las aguas argentinas a embarcaciones extranjeras no sólo
pone en riesgo las fuentes laborales y las condiciones de trabajo, sino que amenaza directamente al medioambiente y al ecosistema de la hidrovía Paraná - Paraguay, Rio Uruguay y Río de la Plata.
“Este decreto es el tiro de gracia a la Marina Mercante Nacional”, advirtió el Capitán Mariano Moreno, Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo. Para el dirigente, el reemplazo del personal de a bordo argentino por tripulaciones extranjeras será cuestión de tiempo, y con ello, no solo se perderán puestos de trabajo sino también se pondrá en juego la seguridad en la navegación y el cuidado del río.
“El río Paraná, el Uruguay y el Río de la Plata se navegan con extremas restricciones de calado y maniobras, cruces, adelantamientos entre buques y zonas de espera. Es una navegación que requiere un conocimiento exhaustivo del entorno, con márgenes muy escasos y características únicas. Quienes navegan deben demostrar ante una mesa evaluadora ese conocimiento, y revalidarlo todos los años”, explicó Moreno.
En esa línea, recordó uno de los peores desastres fluviales de los últimos tiempos: “El 12 de mayo de 2012, siete compañeros murieron en el río Turbio, a 30 o 40 metros de la costa, cuando un buque paraguayo literalmente los pasó por encima. ¿Y saben por qué? Porque los profesionales extranjeros no tienen la formación que tienen los nuestros”.
Además, anteriormente se modificó el REGINAVE (RÉGIMEN DE LA NAVEGACIÓN MARÍTIMA, FLUVIAL Y LACUSTRE ), flexibilizando los requisitos para operar en aguas argentinas. “Hoy pueden navegar buques que no transportan cargas peligrosas ni superan las mil toneladas sin tener que certificar conocimiento de zona. O sea, pueden hacerlo sin Baqueanos, sin profesionales que conozcan el río. Eso es abrir la puerta a los accidentes y a la contaminación”, denunció.
Moreno también criticó la visión del Gobierno nacional, especialmente la del ministro Federico Sturzenegger, quien —según dijo— menospreció públicamente la labor de los prácticos y Baqueanos. “Dijo que eran ñatos que decían ‘dale un poco más acá, dale un poco más allá’. Una ignorancia peligrosa. Ojalá me equivoque, pero si este modelo se impone, vamos a ver cada vez más tragedias y desastres ambientales”.
Soberanía entregada y competencia desleal
Para el titular del gremio, el objetivo del Gobierno no es mejorar la competitividad ni abaratar costos logísticos, sino destruir la marina mercante, la industria naval nacional y entregar soberanía.
“No buscan un flete más eficiente ni desarrollar la Marina Mercante. Buscan entregarla. Las flotas extranjeras no tributarán en Argentina y los trabajadores extranjeros no consumirán Argentina. Y nuestros armadores y trabajadores, aunque quieran adaptarse, no podrán competir.
“Un armador me dijo: aunque aceptemos bajar las condiciones laborales, no tenemos chances’. Porque esos buques extranjeros tienen beneficios impositivos y operativos que nosotros no tenemos”, contó el Capitán.