La papelera se suma al listado de empresas que cierran sus puertas en el cordón industrial del sur de Santa Fe. En particular la empresa tuvo una inspección municipal en la cual se determinó qué cuestiones medioambientales ligadas a efluentes de aguas de proceso deberían ser solucionados para posterior erradicar a la empresa a una zona industrial, según dicta la ordenanza de uso de suelo conforme del municipio de Granadero Baigorria.

Inconveniente se le sumó el vencimiento de un contrato de alquiler de los galpones donde funciona la firma, que tras el fallecimiento del titular no hubo posibilidad de continuidad de negociación con la familia a cargo.

“Ayer tuvimos una reunión con el Sindicato y nos informó que la patronal tomó la decisión de cerrar definitivamente porque hay una ordenanza municipal que dice que la fábrica no puede estar en la zona urbana”, contó Daniel Coria a 11Noticias.

Además el trabajador aseguró que a pesar de los esfuerzos por mantener la fuente laboral les advirtieron que: “Si seguíamos trabajando tampoco nos habilitaban el uso de suelo y era medio de izquierda la cosa. La empresa no quería tomar el riesgo para no tener otra inspección y posterior multa del municipio”.

Los trabajadores cesanteados son 20 familias de trabajo directo en la planta y otras 30 personas tercerizadas. Los trabajadores están representados por el Sindicato del Químico, Papel y Cartón.

Según contaron los despedidos, hoy la empresa “no tiene la habilitación y los dueños del lugar no informaron si van a renovar el contrato que vence el 31 de octubre”, esto llevó a tomar la decisión de un cierre definitivo.

Consultado por la situación de pagos y salarios, los trabajadores aseguraron que “los salarios están al día” y que en las reuniones con el gremio ya plantearon el pago de una indemnización.

La empresa lleva 40 años produciendo en este lugar “y es la primera vez que pasa algo así”, contaron los trabajadores que sorprendidos se encontraron con una inspección que llegó “de golpe, vinieron, clausuraron y ahora se ve el problema, con esta movida por el medioambiente”. Lo cierto es que pasó casi medio siglo para cuestionar el ordenamiento medioambiental de la empresa. “No pensaron en las familias que dependen del trabajo, no nos dieron ni siquiera un tiempo para conseguir otro trabajo”, expresaron los cesanteados.