“De la pasarela para adentro” “¿Antes o después de la pasarela?” “Una parada después de la pasarela”. La pasarela peatonal de Fray Luis Beltrán es un símbolo de la ciudad desde hace tres décadas y una referencia icónica para todos los vecinos y vecinas de la ciudad, así como también para aquellos que vienen desde otras localidades.
Más allá de su vital función de cruce peatonal para conectar el sector ubicado al Oeste de la ruta nacional 11 (Av. San Martín) con la parte Este, y utilizado principalmente por alumnos y docentes de distintos establecimientos educativos, es también un punto de referencia y un ícono para todos los beltranenses. Algo así como un sello distintivo.
La pasarela Pedro Arturo Cerliani fue inaugurada el 28 de junio de 1992, precisamente en el marco del primer centenario de la localidad, con un gran encuentro popular. La principal función, desde siempre, fue servir como un paso seguro para quienes asisten cotidianamente a la Escuela N.° 6370, al Instituto Superior del Profesorado N° 22 y a la Escuela Taller, sorteando el abundante tránsito de la Ruta Nacional 11.
Ya en 1987 el Concejo Deliberante había sancionado una ordenanza para construirla, pero se proponía hacerlo a través de donaciones de materiales de distintas fábricas de la zona. Eso nunca prosperó y años después se logró finalmente a través de distintas gestiones realizadas ante el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, que financió el proyecto y la ejecución de la pasarela.
El continuo tránsito de alumnos y docentes por el lugar demandaba la presencia constante de inspectores de tránsito en el lugar y la necesidad de cortar el flujo vehicular sobre la ruta, lo que ocasionaba grandes congestionamientos. “Se generaban largas colas de camiones, autos, colectivos, cada vez que cruzaban alumnos”, recuerda el intendente de ese entonces y actual concejal de la ciudad, Jorge Monasterolo, en diálogo con
11Noticias.
Además, suponía un riesgo muy grande para los transeúntes que cruzaban la ruta. Fue precisamente un grave accidente lo que terminó de convencer a Monasterolo de la necesidad de la construcción del paso y lo que lo llevó a realizar las gestiones definitivas ante el gobierno nacional para concretarlo.
Pero de a poco, más allá de cumplir con su función específica, esa estructura de hormigón de más de 4 metros de altura emplazada sobre Av. San Martín, a metros de calle Maestra Barragán, se fue convirtiendo en uno de los símbolos de la localidad.
Caída y reconstrucción
La madrugada del miércoles 10 de junio de 2020 un camión circulaba por la ruta 11 a la altura de Fray Luis Beltrán con total normalidad y en el medio de una extrema calma, aportada no solamente por el horario y el momento de la semana, sino también por las medidas de distanciamiento que imponía en ese entonces la pandemia de coronavirus.
Pero la calma se rompió de manera abrupta. El conductor del vehículo pesado no advirtió que la batea del mismo se había levantado y continuó su marcha.
Minutos después de las 3 de la mañana colisionó con la pasarela y el símbolo de Fray Luis Beltrán se desplomó.
Afortunadamente producto del impacto no hubo ningún lesionado, fundamentalmente por el horario en que ocurrió. El camionero, que también resultó ileso, aseguró que nunca se percató de lo que pudo haber sido una falla mecánica. La noticia causó mucho dolor en los beltranenses que se expresaron principalmente a través de las redes sociales por el derrumbe.
“Me sentí muy mal, me deprimí, porque hay toda una historia detrás de esa pasarela. Me agarró una angustia espantosa, cuando vimos que el seguro podía solucionar el problema me quedé más tranquilo”, reconoce Monasterolo.
Rápidamente la reconstrucción fue un objetivo para la gestión que encabeza el intendente Mariano Cominelli. Los trabajos demandaron un monto cercano a los 2 millones y medio de pesos y estuvieron a cargo de la empresa Rinaudo Cia. Constructora S.R.L., que fue contratada de manera directa para agilizar el trámite y ante la falta de otros interesados. Incluso para la reconstrucción se llegó a contactar a la firma cordobesa Astori, que había hecho la obra original en 1992, pero no se obtuvieron respuestas.
Las tareas consistieron básicamente en el reemplazo del tramo central por un elemento prefabricado de hormigón armado similar y de la misma configuración que el elemento que había sido dañado, y se conservaron partes de la estructura original que no sufrieron consecuencias con el choque.
Finalmente, el 13 de marzo de 2021, unos 9 meses después del accidente,
se reinauguró la pasarela Pedro Arturo Cerliani. "Es mucho más que una obra absolutamente necesaria desde el punto de vista de la seguridad vial; fue en el año 2020, un año muy difícil para toda la comunidad en general, estábamos atravesando la primera etapa de la pandemia”, señaló en la oportunidad el intendente Cominelli.
“Nunca nos hubiéramos imaginado que iba a ocurrir un siniestro que destruía un símbolo de nuestra ciudad”, agregó el jefe municipal. Nadie lo imaginaba, pero tampoco nadie se imagina a la ciudad sin su pasarela. El ícono de la ciudad estaba nuevamente de pie.
Pedro Arturo Cerliani
Desde su origen la pasarela conserva el mismo nombre: Pedro Arturo Cerliani. Fue la designación que se eligió en 1992, propuesto por el jefe municipal de entonces y con aprobación del Concejo Deliberante, para denominar al puente peatonal.
Cerliani fue un dirigente de la Unión Cívica Radical y presidente comunal Fray Luis Beltrán (1965-1973 y 1976-1981), recordado como un gran hacedor de obras en la localidad, entre las que se destacan las primeras calles de hormigón en la ciudad y la gestión del agua potable, lo que después se transformaría en cooperativa.
“Fue una excelente persona, trabajó mucho por la ciudad, y era además el sodero oficial de nuestra comunidad”, rememora Monasterolo, el peronista que no dudó en elegir a un radical para bautizar a un símbolo de la ciudad.