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Desde pequeña escuchaba que nuestro país tenía hace tiempo un gran sistema educativo elogiado por muchos, con maestros que en el aula demostraban su real vocación, con alumnos respetuosos, curiosos y con muchas ganas de progresar en sus estudios, con padres comprensivos y aliados al maestro porque entendía que esa era la forma de lograr una buena educación para sus pequeños, con directivos comprometidos, con políticos avocados realmente a la mejoría del sistema.

Pero en la actualidad la cuestión es completamente antagónica y es cierto que la educación argentina está inmersa en graves problemas y no es bueno darle la espalda a la situación, y menos aún no aceptar las responsabilidades y culpas de cada unos porque el sistema esté así. Todos; alumnos, padres, maestros, directivos, políticos debemos rever nuestra situación y pensar que está sucediendo con la educación, que es el molde para que la juventud argentina, sea tanto en el presente como en el futuro un motor que nos impulse como país a volar alto. Debemos dejar de conformarnos con que los pequeños tengan un banco y pasen de grado, porque la idea fundamental es que los chicos “aprendan”, se eduquen en valores, y conozcan las herramientas que tienen para seguir creciendo como buenas personas .

Es cierto que hay muchos factores que hacen que la educación decaiga todos los días un poco. La inestabilidad económica, la desigualdad social, la pobreza que crece, la violencia en las familias y en las calles, la falta de trabajo, todo traducido en un colapso del sistema. Es así que frente a esta gran cantidad de problemas el trabajo del educador se ha desvirtuado, convirtiéndose, a veces en padres, a veces en cocineros, otras tantas en mediadores o psicólogos, quedando en segundo plano la principal tarea para la que fueron preparados que es educar.

En las semanas de la educación, con el 11 de septiembre día del maestro y el 17 de septiembre día del profesor me gustaría reconocer su tarea, que no es fácil y menos en estos tiempos, y pedirles que tomen conciencia que tienen en sus manos el aprendizaje de los futuros conciudadanos. De las personas que van a llevar el país hacia adelante, para que nos se rindan en la lucha ni bajen los brazos frente a su situación que es crítica.

Muy feliz día a todos los educadores del cordón industrial y la región.

A. Sola