El presidente Javier Milei anunció este lunes que el país había obtenido un superávit fiscal en el sector público durante los primeros tres meses del año 2024 por alrededor del 0,2% del Producto Bruto Interno.

Según el jefe de Estado, en marzo se había logrado un superávit financiero de 275.000 millones de pesos, cerrando así un primer trimestre de resultados positivos en cuanto a las cuentas del país. “El superávit fiscal es la piedra angular desde la cual construimos la nueva era de prosperidad de la Argentina”, había sostenido Milei.

Entre los puntos que detalló el presidente, se encuentran los únicos dos puntos donde sí se hizo un recorte efectivo, las áreas donde se dejó de enviar dinero por los motivos que fuese, que son la obra pública y las transferencias a las provincias, con un recorte efectivo del 87% y 76% respectivamente.

La consultora Empiria difundió un gráfico en donde explican que ese porcentaje del ajuste es solo un 28% del total. El resto se comprende de licuaciones, es decir, una rebaja de los aumentos reales por debajo de la inflación.

Allí los más castigados son los jubilados y pensionados, cuyos recortes constituyen un 33% del total real del ajuste hecho por el gobierno nacional. Le siguen los salarios y el dinero enviado a las universidades nacionales (13%), los planes sociales (10%) y otros gastos (4%).

El último 12% lo constituyen los subsidios a diferentes servicios como la energía eléctrica.

En concreto, se trata de un superávit que hasta hoy se sustenta en base a sueldos y haberes de las categorías más operativas del Estado y de los pasivos. Lejos está aún el discurso vehemente contra "la casta", como por ejemplo el aumento a los senadores nacionales y a algunas áreas de la órbita de Karina Milei.

Cómo aseguró el presidente, "este es el último tramo de un esfuerzo heróico que los argentinos estamos haciendo y por primera vez en mucho tiempo el esfuerzo va a valer la pena".