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jueves, 23 mayo 2024 | Economía

La cosecha se embolsa y espera mejoras del precio internacional

El gobierno enfrenta dificultades en su plan económico con la ampliación de la brecha cambiaria y la presión del campo que retiene el grueso de la cosecha a la espera de un dólar de mayor competitividad o mejoras en las cotizaciones. Las agroexportadoras analizan una insuficiencia de granos en medio de la cosecha.
La cosecha se embolsa y espera mejoras del precio internacional La discusión sobre el atraso cambiario que mantuvo el presidente Javier Milei con sus colegas, aquellos que recibieron el rigor del León enojado, cuando cuestionaron la competitividad de Argentina con una divisa implosionada por la evolución inflacionaria y el Crawling peg del 2% mensual, pasó a medirse en el termómetro del dólar libre y los granos.

El encumbramiento del dólar paralelo al inicio de esta semana reúne coincidencia en los analistas económicos que apuntan a la brutal baja de la Tasa de Interés del Banco Central de la República Argentina (BCRA). La entidad anunció el pasado 14 de mayo una nueva caída del 10% para quedar en un mínimo de 40% anual lo que provocó la cancelación y no renovación de plazos fijos de pequeños y medianos ahorristas que salieron a refugiarse en los dólares financieros. Además, la demanda con fuertes negocios y ausencia de los exportadores, exacerbó a las cotizaciones. Al faltar la oferta de los exportadores, el contado con liquidación (CCL) tuvo una merma en la oferta y comenzó una escalada.

Desde el gobierno confirmaron a través del vocero presidencial, Manuel Adorni que “no se va a intervenir en el valor de mercado del dólar. Estuvo estable por un buen tiempo y proyectando a futuro, vemos que no hay necesidad de que el Estado intervenga”. El gobierno depende de la entrada de dólares del agro antes de junio, fecha en la que vence el equivalente a casi USD 4.900 millones correspondientes al tramo del swap con China utilizado en 2023 y las conversaciones para conseguir un refinanciamiento todavía no dieron frutos.

El gobierno espera en medio de la desesperación y sortea la discusión por una nueva devaluación o la baja de retenciones al campo y busca encontrar un incentivo a la liquidación de granos de la cosecha gruesa que se desparrama en silobolsas sobre los campos. El mercado internacional abre una puerta para mantener la postura de no intervención mientras la cotización de la soja sube y alienta a los exportadores, que esperan que se aproxime a los USD 500, porque saben que no habrá devaluación en los próximos meses.

En esta línea la llegada de camiones desde el 15 de marzo, cuando comenzó la cosecha gruesa, contabilizan 250 mil camiones en su ingreso a los puertos del Gran Rosario. La expectativa ascendía a 2 millones de camiones para el total de la temporada. En el mercado, el acumulado de compras por soja 2023/24 sigue detrás del promedio de los últimos cuatro años. En esta línea, durante la primera mitad de mayo ya han ingresado más de 2,1 Mt de soja hacia los puertos del Gran Rosario gracias al arribo promedio de poco más de 5.000 camiones por día, aunque las playas de camiones están vacías.

Otro factor que impacta al sector es el retraso al levantar la cosecha. Un reciente informe de la bolsa de comercio de Rosario indica que al finalizar el mes de mayo ya se debería avanzar sobre más del 90% de la superficie a cosechar con soja a nivel nacional. Sin embargo, las reiteradas precipitaciones durante el mes de abril truncaron las posibilidades de ingresar con las cosechadoras a los campos, retrasando las labores de trilla que, para principios de mayo, mostraban un rezago del 38% por detrás de la media para las últimas cinco campañas.

En este contexto, donde los granos abundan pero no salen del campo, las agroexportadoras evalúan la posibilidad de una eventual parada de producción por falta de granos lo que genera una gran preocupación al gobierno que depende de las liquidaciones para mantener las reservas netas y pone en riesgo el objetivo de levantar los controles de capital lo más rápido posible. El mes de abril era la fecha clave para la entrega de divisas a la autoridad monetaria pero desde el sector advirtieron que “más que lluvia de dólares van a recibir un goteo”.

Los analistas económicos plantearon que en un escenario con menos incentivos a liquidar exportaciones y más a importar “el déficit de servicios también sería mayor y se terminaría acumulando menos reservas. El riesgo es que se vuelva insostenible y el ajuste del tipo de cambio lo termine decidiendo el mercado de una manera más desordenada”, señalaron.

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