Durante el primer trimestre de 2024, el resultado financiero del Estado nacional fue superavitario por un monto de $670.848 millones, y el resultado primario superavitario trepó a los $3.427.387 millones. Ambos indicadores habían sido negativos en el primer trimestre de 2023, durante la gestión de Alberto Fernández (Frente de Todos).

Sin embargo, marzo registró un cambio de tendencia respecto al primer bimestre del año. Tanto la ASAP como la OPC señalan que el tercer mes del año fue el primero que cerró con déficit, tanto primario como financiero. “En marzo de 2024 y por primera vez en lo que va del año, la ejecución del presupuesto arrojó un déficit financiero y primario, aunque en niveles muy inferiores a los correspondientes a marzo de 2023”, destacó la ASAP.

La Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) y la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional (OPC) coincidieron en sus informes de ejecución presupuestaria de la administración pública nacional que en marzo de 2024 y por primera vez en lo que va del año, la ejecución del presupuesto arrojó un déficit financiero y primario, aunque en niveles muy inferiores a los correspondientes a marzo de 2023.

Durante la gestión del expresidente Alberto Fernandez, la ejecución del presupuesto arrojó un déficit financiero de $893.794 millones y uno primario de $705.643 millones, mientras que en 2024 dichos déficits alcanzaron un total de $367.955 millones y $73.145 millones respectivamente. Sin embargo y como consecuencia del plan motosierra que dejó saldos positivos acumulados en enero y febrero, durante el primer trimestre de del gobierno de Javier Milei, el resultado financiero de la administración pública fue superavitario por un monto de $670.848 millones.

Con la llegada de la nueva administración de gobierno, y las decisiones adoptadas en materia de política cambiaria y presupuestaria, a partir de diciembre se produjo una reversión de la brecha entre las tasas de crecimiento de los ingresos y de los gastos totales respecto a lo acontecido durante los meses de octubre y noviembre pasados, cuando las erogaciones crecían a un ritmo mayor que los recursos. A su vez, durante los cuatro primeros meses del nuevo Gobierno se observa que los gastos experimentaron variaciones interanuales negativas, a diferencia de los ingresos, que oscilaron entre caídas y crecimientos moderados.

A diferencia de lo sucedido durante los dos primeros meses del año, en marzo de 2024 los ingresos totales de la Administración Pública Nacional (APN) ajustados por inflación presentaron una caída de 12,9% en relación al mismo mes del año anterior. Esta contracción se explica por el comportamiento de los Ingresos Impositivos que, incididos por la caída del 28,4% del IVA, experimentaron por primera vez en lo que va de 2024 una variación negativa del 9,8% y por la continuidad de la tendencia contractiva de las Contribuciones a la Seguridad Social, que mostraron una caída del 19,8%.
En lo referido a los Ingresos Impositivos, se destacan: el fuerte aumento de la recaudación del Impuesto PAIS (433,6%), a raíz de la ampliación de la base imponible del tributo, del incremento de su alícuota -pasó de 7,5% a 17,5%- y del aumento del tipo de cambio; El incremento de los Derechos de Exportación (71,8%) consecuencia tanto del aumento del tipo de cambio como de la baja base de comparación dada por el primer trimestre de 2023 incidido negativamente por la sequía; y - la retracción de la recaudación de Ganancias, que experimentó una disminución del 38,7%.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) presentó una variación prácticamente en línea con la inflación (-0,5%), pero con un comportamiento muy disímil en cada uno de los meses y con una caída muy importante en marzo que abre un interrogante sobre el desempeño del gravamen en los próximos meses.