La Premier League de Ucrania volvió a disputarse tras quedar inconcluso el campeonato 21-22 tras la invasión rusa ocurrida en el mes de febrero.

Shakthar Donestk y Metalist Kharkiv dieron inicio al nuevo campeonato de la máxima categoría ucraniana, torneo que tendrá algunas particularidades forzadas por la continuación de un conflicto bélico que aún no ha terminado.

Solamente habrá cuatro estadios habilitados para disputar los partidos, que serán sin público, y son los de las ciudades de Kiev, Lviv, Lutsk y Úzhgorod. En todos ellos, habrá alarmas y sirenas en caso de que un bombardeo ocurra en las inmediaciones de los campos de juego.

Si eso ocurriese, los jugadores, árbitros, cuerpos técnicos y todas las personas que se encuentren en el encuentro deberán dirigirse a un bunker antibombas instalado en las inmediaciones del estadio.

Por los efectos de la guerra y sus consecuencias tanto sociales como económicas, dos equipos decidieron no participar del campeonato: Desna Chernihiv, un club cuyo estadio fue alcanzado por las bombas y que está ubicado cerca de la frontera con Bielorrusia, y el Mariupol, club de la ciudad invadida por el Ejército Ruso.