El encuentro tuvo como protagonista a Hernán Fonseca, un joven arquero de Unión de Totoras que, por aquel entonces, se encontraba en proceso de rehabilitación luego de haber sufrido un accidente de tránsito que lo dejó en silla de ruedas.
La iniciativa surgió a partir del vínculo entre Juan Amador Sánchez, futbolista de extensa trayectoria en River y Boca, que por esos días se entrenaba junto a Maradona y se había instalado en Totoras.
La idea fue organizar un partido amistoso a modo de entrenamiento para Diego, pero con un sentido solidario: lo recaudado sería destinado a colaborar con los gastos de rehabilitación de Fonseca. Así fue como se gestó aquel histórico cruce en la cancha de Unión de Totoras, que reunió a cientos de vecinos.
El momento más emotivo llegó a los 5 minutos del segundo tiempo, cuando el Diez detuvo el encuentro para acercarse a Fonseca, intercambiaron camisetas, Diego la firmó sobre sus piernas. Luego lo abrazó y le dijo al oído: "Fuerza, no te caigas, mis piernas son tus piernas"