Lejos está el presente futbolístico del París Saint Germaín de ser uno de los motivos por el cual el club francés sancionó a Lionel Messi con dos semanas sin poder participar de los entrenamientos siquiera del club.
Si bien el PSG marcha puntero en la Ligue 1 francesa, aventajando por cinco puntos al Olympique de Marsella a falta de solo cinco jornadas, la gerencia del club parisino se molestó por la visita del campeón del mundo a Arabia Saudita, con quien afrontó compromisos comerciales en su visita al reino saudí.
Messi, actualmente, es una figura comercial indiscutida, y el gobierno monárquico de Arabia Saudita lo tiene contractualmente al “diez” como embajador del Ministerio de Turismo.
Trascendió, según el medio Telegraph inglés, que se le ofreció un contrato cercano a los 400 millones de dólares por año para ser parte de un equipo de la Saudi Pro League, la principal competencia de fútbol del reino saudí, que ya tiene como figura a Cristiano Ronaldo.
Volviendo a la cuestión geopolítica, las relaciones entre las monarquías qataríes y saudíes son, principalmente, malas. En 2017, Arabia Saudita acusó a Qatar de financiar grupos terroristas para desestabilizar el gobierno local, en el marco de una disputa por el manejo del petróleo y el gas en una de las zonas del planeta donde más abunda este recurso.
El contrato de Messi finaliza el próximo mes de junio. Barcelona, Arabia Saudita, y Estados Unidos podrían ser los tres destinos que el rosarino tenga en consideración para jugar los próximos años, o al menos hasta 2024.