El legado de Francisco no solo se construyó sobre gestos de fe, sino también en acciones concretas que impulsaron la igualdad y la inclusión. Una de ellas, que volvió a resonar tras su fallecimiento, fue su respaldo decisivo a la creación del
Todo comenzó en junio de 2018, durante el Día de la Familia del Vaticano, cuando un grupo de mujeres que trabajaban en distintas áreas de la Santa Sede decidió organizar un partido de fútbol, algo que durante décadas había sido reservado solo a los hombres.
El papa Francisco apoyó la formación oficial de un equipo femenino al año siguiente. Así nació "Vatican Women", una selección compuesta en su mayoría por empleadas de distintos organismos del Vaticano, pero también por esposas e hijas de trabajadores.
“El Papa Francisco ha dado un impulso considerable a las mujeres dentro del Vaticano, por lo que esta iniciativa es una extensión de ese impulso”, explicó en ese entonces Danilo Zennaro, representante del área de deportes del Vaticano.
El debut fue el 26 de mayo de 2019 frente a la AS Roma, equipo profesional de la Serie A femenina. El resultado —una derrota por 10-0— fue anecdótico. Lo importante fue el mensaje: por primera vez, mujeres representaban al Vaticano dentro de una cancha de fútbol. Luego vinieron más partidos amistosos y, sobre todo, una mayor visibilidad.
El equipo fue dirigido por Susan Volpini, responsable de la Asociación de Mujeres en el Vaticano. La iniciativa fue celebrada como un avance simbólico en un territorio históricamente dominado por lo masculino. De las aproximadamente 800 empleadas que tenía el Vaticano en ese momento, muchas participaron directamente o apoyaron la formación del plantel.