Ni a la Fortaleza ni a al Kempes. Los y las simpatizantes de los clubes rosarinos no podrán viajar a los partidos de visitantes de sus equipos en las próximas fechas de la Liga Profesional, y suman un nuevo capítulo de una larga demanda de ambos clubes.

Tanto Central, en su visita a Lanús el sábado y Newells, en su viaje a Córdoba para jugar frente a Instituto el próximo domingo 26, intentaron concretar un acuerdo entre clubes para que haya público visitante en sus visitas, pero las respuestas en ambos casos fueron negativas.

Y son negativas porque ambos clubes insisten en que, a la hora de que ellos sean los que viajen hacia Rosario, puedan traer hinchas a cabeceras que actualmente se encuentran colmadas solamente de público local. Esta situación se hace tediosa para los rosarinos, ya que seguramente mucho público quedaría sin poder asistir.

La normativa de la Asociación del Fútbol Argentino en este aspecto esta librada a la voluntad del acuerdo: cada club negocia con su rival la posibilidad de que haya espectadores visitantes, esto después se define con los organismos de seguridad de cada jurisdicción, y ahí se confirma la cantidad y el lugar en donde se ubicarán los foráneos.

Esto deja la posibilidad de que se cobren entradas absurdamente caras, como la que pagaron los hinchas de River en Córdoba para ver el encuentro frente a Belgrano, de unos $15.000 la popular, o la aplicación de la ya conocida “cabecera para hinchas neutrales”, destinada para los visitantes pero sin banderas ni camisetas del club visitante.

En esas negociaciones, ninguno de los clubes de Rosario pudo concretar un acuerdo para que los hinchas puedan viajar en estos últimos partidos. Será cuestión de ver si, ante rivales como los grandes de capital federal, los clubes ya mencionados también exigen “reciprocidad” a la hora de jugar de visitante, o si se trata solo de un capricho en exigir 5000 localidades cuando en los encuentros en sus respectivos estadios no colman toda su capacidad.