Arabia Saudita se esgrime como el principal destino económico de los jugadores de fútbol a nivel internacional. Las recientes y grandilocuentes incorporaciones de Karim Benzema y Ngolo Kanté en el Al Ittihad saudí ponen nuevamente el foco en la liga árabe.

Ya el intento de llevar a Lionel Messi por un extraordinariamente millonario contrato, y la llegada efectiva de Cristiano Ronaldo en el 2022 al Al Nassr pusieron en foco a la Saudi Pro League como un campeonato donde lo económico nuevamente busca llamar la atención de los principales jugadores del fútbol internacional.

En las últimas horas, occidente conoció detalles de los dos futbolistas franceses que llegarán a las filas del último campeón doméstico de Arabia Saudita: 200 y 100 millones de euros de salario anuales para Benzema y Kanté, cifras impensadas años atrás para cualquier jugador de este deporte.

Otros que llegarían en el próximo mercado de pases al fútbol del gigante de medio oriente serían Sergio Ramos, libre del PSG; Sergio Busquets, quien deja el Barcelona tras su debut en 2008; Luka Modric, libre del Real Madrid, y Ángel Di María, quien no tiene destino tras no renovar con Juventus.

El fútbol árabe inyecta millones de euros y dólares en deportistas para que la imagen del país en occidente sea distinta, y no se lo ligue tanto a las cuestiones religiosas y del petróleo. Arabia Saudita busca mostrar su cara más “amigable” al exterior con un campeonato de fútbol completo de figuras internacionales.

¿Y el nivel? Recientemente Emiliano Díaz, hijo y ayudante de Ramón en el Al Hilal, señaló que con el nivel de su ahora ex equipo “ganaría la liga argentina de punta a punta”. Ejemplo de sobra fue el Mundial, con el triunfo de un Arabia Saudita conformado por jugadores de su liga ante la Argentina campeona del mundo.

El fútbol como producto publicitario es uno de los más importantes a nivel mundial, y los saudíes lo utilizarán como lo han hecho recientemente Qatar, Estados Unidos, China y Japón. India, Malasia, y Rusia, en menor medida, también han sabido o intentado utilizar el mismo método de grandes figuras en sus ligas locales para mostrar una imagen distinta del país, pero es algo que no garantizará el resultado esperado, al menos no para todos los sectores involucrados en la financiación del mismo.